martes, 31 de julio de 2012

ETECSA, en Línea con Quien…

ETECSA, en Línea con Quien… 


Susana T. Más Iglesias, La Habana 23 de Julio de 2012     
La única empresa cubana dedicada a establecer las comunicaciones dentro del  territorio nacional y hacia el exterior,  tiene una frase promocional que expresa: ETECSA, en línea con el mundo…, esto parece haberse perdido de sus objetivos, el asistencia ha perdido calidad o las órdenes de la Seguridad del Estado lo interfieren.
Cada vez que se aproxima alguna fecha significativa para los intereses o la imagen del régimen, muchas personas sufren alguna afectación con el servicio. Los teléfonos móviles, quedan incomunicados  hasta con dos o tres días de antelación al evento, y lo restablecen 24 ó 72 horas después de finalizado.
En estos momentos en que fallece víctima de un extraño y no aclarado accidente automovilístico el líder opositor y promotor del Proyectos Valera, Oswaldo Payá, y que además se acercan las celebraciones por el 26 de Julio, ya han sido interrumpidos algunos teléfonos celulares de personas considerados disidentes u opositores, o que simplemente acuden a la Oficina de Intereses de Estados Unidos para recibir el servicio que se brinda de acceso gratuito a Internet.
Esto demuestra entre otras cosas que las empresas e instituciones no responden a las necesidades de la ciudadanía, sino a los caprichos del gobierno y sus órganos represivos; por lo que los contratos  conveniados son violados a la menor presión ejercida por las autoridades de la isla.
Tal vez si ésta empresa-monopolio tuviera la competencia de otra u otras que brindaran el mismo servicio, se abstendría de acceder a los caprichos de un grupito de transgresores  de los derechos humanos.
¿Para qué se promueve la calidad de un servicio que puede ser entorpecido cada vez que  lo decida la máxima dirigencia del país? Esta empresa, además de caer en la complicidad política, incumple con lo convenido en el contrato.
http//twitter.com/coky24i

Angustias con el Transporte Urbano

Angustias con el Transporte Urbano


Susana T. Más Iglesias, La Habana 1ro de agosto de 2012. 

El transporte público urbano se ha convertido en un problema peliagudo para los capitalinos, ya sea que se dirijan al trabajo, al médico, o de paseo a disfrutar las vacaciones veraniegas.
A cualquier hora del día el servicio es pésimo, sea cual sea el lugar a donde vaya; aunque hay líneas de ómnibus  que siempre están esfumadas, con frecuencias de salida e itinerarios incontrolables, que salen de su  paradero dos o tres veces al día solamente, y sin horario fijo, como por ejemplo, rutas específicas que pertenecen al paradero de Lawton, de donde parten guaguas muy usadas por la población y que comunican con varios municipios, como las rutas 15, 37, y 54. El comportamiento de ese paradero es un desastre, no salen las rutas normales, pero cada cierto tiempo en el día, salen carros con la modalidad de Servicio Especial por el costo de un peso, y que muchas veces el recorrido es solo hasta el paradero de la Víbora (distancia bastante corta) usando atajos que no aportan solución alguna para los usuarios que se dirigen a Santos Suárez, Cerro, Centro Habana o Vedado; y por otra parte después de las primeras paradas, el precio del pasaje vuelve a ser el normal, 0.40ctvs.Tratar de realizar un viaje en alguna de ellas constituye un martirio,  más si se tiene en cuenta el estado deplorable de esos vehículos, tanto  sus asientos como los techos, pues no se sabe porqué no le han suministrado en más de 10 años alguno de los carros nuevos que ha adquirido el país.
De los llamados P, ni hablar, a pesar de que su servicio es bastante regular comparado con otros ómnibus, sus frecuencias no están organizadas, bien pueden demorarse más de cuarenta minutos en pasar,  que después desfilan dos  juntos o con cinco minutos como diferencia. Pero ahí solamente no radica la dificultad que tanto afecta a la población, el meollo de la situación es que algunos choferes violan el reglamento establecido, no respetan las paradas oficiales, estacionan lo mismo antes que después de las mismas y hasta parecen que disfrutan con ver correr al público de un lado  a otro; algunos se burlan al hacerse  los que van a detener la marcha, y cuando todos se ilusionan a esperar la apertura de las puertas, aceleran y se detienen varios metros  hacia delante o en el peor de los casos continúan su marcha y dejan detrás una buena cantidad de disgustados.
Precisamente el viernes 20 de julio, entre las 4.15 y 6.10 el comportamiento del personal que laboraba esa tarde fue catastrófico: el chofer que antecedió al carro de esa misma  ruta P 9, con número de chapa HWP-733  y los dos que lo precedían hicieron demostración de esa mala actitud en las paradas de Coppelia y de 23 y P (en viaje hacia la Víbora). Dos de ellos pusieron fin al viaje en la parada de Coppelia sin motivo alguno, y al quedar vacíos, continuaron viaje tal vez hacia la Luna… pues no pararon más mientras la vista de los allí presentes  los siguió a lo largo de toda la Rampa.
El día 23 en el horario comprendido entre 11.30 am y 1.50 pm, en la primera para del P10, antiguo paradero de la Víbora, las personas que allí esperaban, tuvieron la oportunidad de recibir la burla de que 4 choferes, pues los ómnibus al llegar, y dar la vuelta  para su reincorporación al recorrido de retorno, en vez de recoger los pasajeros en la cola, pasaron sin recoger pasaje.
Sería muy eficaz y conveniente para la población, que la policía de tránsito, tome cartas en ello, y vigile o coopere para que éstas indisciplinas no se produzcan y  no solo se concrete a las inspecciones de carros que botean.
La solución no está en poner carteles solicitando exigencia, disciplina y control a todo lo largo de una calle concurrida, sino proporcionar desde las altas esferas resolver los problemas que afectan al pueblo. Por qué no crear un sistema serio y permanente que supervise y ayude a solucionar los agobiantes problemas  del trasporte en la ciudad?

http//twitter.com/coky24i

martes, 17 de julio de 2012

Juventud Divino Tesoro

Juventud Divino Tesoro


Susana T. Más Iglesias, La Habana  junio de 2012.
Los fines de semana el Malecón habanero es abordado por una gran cantidad de jóvenes que buscan un poco de distracción, en su mayoría residentes de la ciudad, es la única opción gratis y sin limitaciones, donde se pueden sentar y consumir en moneda nacional chucherías baratas como maníes, coquitos, chicharritas o alguna galletica que aparezca en manos de vendedores escurridizos.
Otros jóvenes vienen de municipios del sur de La Habana para disfrutar de la frescura marina junto al famoso muro y a la vista del Morro, compartir con sus amigos alguna botella de vino, ron o simplemente refresco y escuchar canciones acompañadas por la guitarra de algún que otro visitante del lugar. El caso es salirse de su hábitat común para  quitar el stress cotidiano y la monotonía del lugar donde viven por unas horas, aunque después el regreso al hogar sea una odisea.
De cierta manera todos no tienen la posibilidad de acudir a un centro nocturno, donde la oferta a pesar de ser en ambas monedas, de todas formas es lo suficiente cara relacionada con lo que les pueden procurar sus padres para que se diviertan; ni pensar asistir a algún cabaret o salón donde ni con el salario de tres meses de ambos padres pueden pagar lo mínimo que allí lleguen a consumir y mucho menos si llevan pareja.
Son insuficientes los cines de la ciudad a los que se puede ir, ya sea porque el aire acondicionado está roto, o porque el local está en reparación; una gran cantidad de ellos fueron afectados por la pandemia destructiva como el Pionero, Santos Suárez, El Tosca, Florida y otros que han pasado a convertirse en agromercados o tiendas recaudadoras de divisas.
La juventud de los 60,70 y principios de los 80, que ahora peinan canas, tuvo mejor suerte al respecto, lo cual recuerdan y comentan cuando se reúnen en alguna ocasión con hijos o viejos amigos. A sus memorias acuden las sabrosas y variadas ofertas de la pizzería Vita-Nuova del Vedado, los deliciosos helados Coppelia de bolas descomunales con variedad y calidad  óptimas, sobre todo antes de que al innombrable se le ocurriera comentar que eran demasiado cremosos, el famoso Fruticuba situado en Vía Blanca casi pegado a  Lacret, La Ward, otra heladería que era lugar concurrido por muchos deportistas, El Potín de Calzada, frente al teatro Amadeo Roldán y así otros lugares más, que de recordarlos dan deseos de llorar.
Por eso, lo mejor es no abrir  las gavetas del recuerdo para no evocar el pasado que a pesar de todo no fue tan  macabro y lastimero como el que hoy se vive.




Invasión de Preferencias

Invasión de Preferencias


Susana T. Más Iglesias, La Habana 6 de julio de 2012.

Todo parece indicar  que hasta en el deporte se debe tener libertad para seleccionar al equipo a quien se quiere agasajar y demostrarle simpatía; más cuando se trata de un conjunto formado por integrantes extranjeros, que lejos de venir a efectuar una disputa política, nos visitan con el ánimo de establecer un encuentro deportivo como pasatiempo, recreo, diversión o simplemente demostración de cordialidad hacia este país.
En el juego de beisbol celebrado el día 6 del presente en el estadio Latinoamericano entre los equipo de Cuba y Estados Unidos, se destacaba la exhibición de la bandera cubana en gran medida como era lógico esperar, pero como deporte al fin, cada cual debería ser libre de simpatizar con el equipo o país que se le antoje y  no por ello traiciona al suyo, ni crea una situación política en la instalación. Sin embargo, a pesar de que sólo se presenciaban allí unas escasas (tres o cuatro) banderas estadounidenses, las cuales ni siquiera fueron expuestas con naturalidad por las cámaras de televisión, todas aquellas personas que demostraron su apoyo al equipo visitante fueron detenidos y sacados de la instalación por policías vestidos de civil y de uniforme.  
Alguien no analizó que esos jugadores son jóvenes estudiantes de universidades con edades muy por debajo de los integrantes del equipo Cuba, no era objetivo de los aficionados poner en tela de juicio la destreza del equipo que debió mostrar mejor desenvolvimiento en el terreno.
Hay acciones para con el pueblo o simpatizantes de un equipo deportivo o artista extranjero que deben analizarse antes de ser ejecutadas, de lo contrario no incentivar la participación de la población a tales eventos donde no tiene por qué salir de allí disgustados en el mejor de los casos o presos en el peor.
Los aficionados al deporte en cualquier plaza del mundo, aplauden a los equipos visitantes sin ser por eso cuestionados por las autoridades o grupos de odio que actúan de forma irracional.

Indolencia, Rabia y Cólera

Indolencia, Rabia y Cólera


Susana T. Más Iglesias, La Habana 10 de julio de 2012.

Las calles habaneras de cualquier municipio, muestran claramente que el servicio de recogida de la basura es pésimo en toda la ciudad, con excepción de algunas zonas especiales donde viven personalidades del gobierno como Miramar, el Laguito, y Vedado, sobre todo en áreas aledañas a los hoteles. En cada cuadra en que hay  colectores de desechos sólidos, éstos se encuentran repletos de desperdicios y sus alrededores  abarrotados de jabitas de nailon, cajas o sacos que revelan que dichos desechos tienen una permanencia superior a una semana, con residuos de alimentos en avanzado estado de descomposición, lo que provoca la proliferación de moscas, cucarachas, mosquitos y todo tipo de vectores que llevan a la aparición de enfermedades. Además de la fetidez que reina en sus alrededores, incentiva también la concurrencia de roedores en busca de su sustento.
Infortunada situación para el vecindario cercano a estas zonas.
Si a esto se suma la llegada del verano con sus altas temperaturas y sus días lluviosos agentes que colaboran más aún con la descomposición de los restos alimenticios, estamos expuestos a que en cualquier momento se desate una epidemia o pandemia que afecte gravemente a la población.
No son suficientes las campañas de fumigación convocadas, ni las pesquisas de trabajadores de la salud.
En estos momentos en que se han detectado casos de cólera en el país (enfermedad que fue erradicada hace más de un siglo), las medidas a tomar deben tener prioridad,  ser ejecutadas con urgencia; no ocultar las cifras reales y alertar a la población para la toma de medidas sanitarias en  prevención de su expansión.



viernes, 13 de julio de 2012

Por Qué se Distorsiona el Lenguaje?

Por Qué se Distorsiona el Lenguaje?


Susana T. Más Iglesias. La Habana, junio de 2012.

Se conoce al cubano a nivel universal como cariñoso, simpático, caballeroso, sensual y hasta valiente; pero nunca como grosero y mal educado, aunque claro está, existen  algunas  excepciones.
Es de muy mal gusto ver por los medios televisivos la acentuación de rasgos de mala educación por parte de deportistas cubanos en los terrenos deportivos.
Nuestros deportistas son personas con una preparación integral, tanto en la ética educacional como en su preparación física, de ello no hay dudas. Pero últimamente algunos han adquirido la mala costumbre de gritar obscenidades repetidas veces, acompañadas de gestos groseros, a sabiendas de que son vistos por una cantidad innumerable de aficionados. No tienen el suficiente tacto como para cumplir las reglas educativas y de respeto  aprendidas, y ante el público que asiste a un encuentro (donde están incluidos niños) no se miden para hacer mímicas desagradables o formular palabrotas que nada tienen que ver, si se analizan, con lo que acontece.
Lo que se demuestra en un juego o competencia es habilidad, inteligencia, fuerza. En las malas palabras o gestos ásperos que atentan contra el respeto al público asistente, no está la justificación de un triunfo. Una competencia deportiva está muy lejos de ser un evento para medir la hombría o femeneidad del participante. Aunque hay quien de momento olvida que es solamente un encuentro deportivo, no una batalla violenta para eliminar al adversario.
Es admisible que en medio de una situación ventajosa o no, se vaya una mala palabra entre ellos, pero es inaceptable vociferarla y repetirla acompañada de gesticulaciones para que sea bien captada por los presentes y la teleaudiencia que es bastante amplia, incluso fuera del país, pues aunque nosotros, los que vivimos aquí no tenemos el privilegio de ver los juegos que se celebran en el resto del mundo, sí tiene la libertad el mundo entero de ver los nuestros que son transmitidos por los canales de la televisión cubana. Existen personas que tienen desconocimiento de un deporte determinado, pero son capaces de seguirlo por embullo familiar o por curiosidad, pero al notar la conducta  malcriada  e incorrecta, llegan a perder el interés en la actividad.
En Cuba los comisionados de todos los deportes, deben velar  porque  éstos deslices no sean permitidos, pues entonces de nada sirve la campaña al rescate de los buenos hábitos que se trasmite  por  radio y televisión, a través de spots  y programas educacionales. No es lo mismo gritar a voz de cuello “¡soy un campeón!” , “soy lo máximo”, ¡soy el rey! A blasfemar sin escrúpulos dándole honores a la palabra que especifica el miembro varonil.
Es preferible perder un juego, que dejar a un lado la educación, y consideración o respeto de los partidarios del mismo. No dejemos nunca atrás los buenos hábitos que nos enseñaron en la casa y escuela, porque  así es como se comienza a perder el amor y la ternura  hacia los demás.

Juventud Divino Tesoro

Juventud Divino Tesoro


Susana T. Más Iglesias, La Habana  junio de 2012.
Los fines de semana el Malecón habanero es abordado por una gran cantidad de jóvenes que buscan un poco de distracción, en su mayoría residentes de la ciudad, es la única opción gratis y sin limitaciones, donde se pueden sentar y consumir en moneda nacional chucherías baratas como maníes, coquitos, chicharritas o alguna galletica que aparezca en manos de vendedores escurridizos.
Otros jóvenes vienen de municipios del sur de La Habana para disfrutar de la frescura marina junto al famoso muro y a la vista del Morro, compartir con sus amigos alguna botella de vino, ron o simplemente refresco y escuchar canciones acompañadas por la guitarra de algún que otro visitante del lugar. El caso es salirse de su hábitat común para  quitar el stress cotidiano y la monotonía del lugar donde viven por unas horas, aunque después el regreso al hogar sea una odisea.
De cierta manera todos no tienen la posibilidad de acudir a un centro nocturno, donde la oferta a pesar de ser en ambas monedas, de todas formas es lo suficiente cara relacionada con lo que les pueden procurar sus padres para que se diviertan; ni pensar asistir a algún cabaret o salón donde ni con el salario de tres meses de ambos padres pueden pagar lo mínimo que allí lleguen a consumir y mucho menos si llevan pareja.
Son insuficientes los cines de la ciudad a los que se puede ir, ya sea porque el aire acondicionado está roto, o porque el local está en reparación; una gran cantidad de ellos fueron afectados por la pandemia destructiva como el Pionero, Santos Suárez, El Tosca, Florida y otros que han pasado a convertirse en agromercados o tiendas recaudadoras de divisas.
La juventud de los 60,70 y principios de los 80, que ahora peinan canas, tuvo mejor suerte al respecto, lo cual recuerdan y comentan cuando se reúnen en alguna ocasión con hijos o viejos amigos. A sus memorias acuden las sabrosas y variadas ofertas de la pizzería Vita-Nuova del Vedado, los deliciosos helados Coppelia de bolas descomunales con variedad y calidad  óptimas, sobre todo antes de que al innombrable se le ocurriera comentar que eran demasiado cremosos, el famoso Fruticuba situado en Vía Blanca casi pegado a  Lacret, La Ward, otra heladería que era lugar concurrido por muchos deportistas, El Potín de Calzada, frente al teatro Amadeo Roldán y así otros lugares más, que de recordarlos dan deseos de llorar.
Por eso, lo mejor es no abrir  las gavetas del recuerdo para no evocar el pasado que a pesar de todo no fue tan  macabro y lastimero como el que hoy se vive.



Abastecimiento indisciplinado.

Abastecimiento  indisciplinado.  


Susana T. Más Iglesias, La Habana junio de 2012.
Aunque de forma paulatina se ha restablecido  el abastecimiento de algunos productos cárnicos en la red comercializadora de tiendas recaudadoras de divisa, los comprometidos con la alimentación del hogar tienen la tarea de recorrer distintos municipios para variar lo que se pone a la mesa.
Por ejemplo, cuando en el municipio Plaza suministran el hígado de pollo, allí no encontrará la molleja, ésta fue surtida en el de 10 de Octubre o San Miguel del Padrón, pero si lo que desea es el paquete de pescuezo, tendrá que trasladarse hacia Boyeros. Y tal vez con un poco de suerte logre ver en tablilla la oferta de croquetas o hamburguesas.
No importa lo que haya encontrado, siempre estará el omnipresente picadillo, salvavidas de última hora. Al parecer los responsables de la distribución  no tienen en cuenta cómo deben realizar la misma, y les es más fácil efectuar esta labor de la manera más  enredada posible, no piensan que quienes tienen el deber de hacer los mandados son los más viejos de la casa y por supuesto sus fuerzas y energías ya son mínimas como para trasladarse a largas distancias en ómnibus o camioncitos particulares que ayudan a la transportación, pero que por ende cuestan  más y son incómodos.
Y qué decir de la nueva variedad de aceite que ha salido a la venta, es de mejor calidad, pero por el  valor de $2.60.
De forma instintiva las personas de abajo, las de a pie, cuando aún no han cumplido con la misión de servir el almuerzo, ya tienen que poner en marcha la meditación de  cómo van a resolver la situación en la jornada nocturna.
Las reparticiones en los comercios deben estar regidas por un programa organizativo en cuanto a la equivalencia de depósitos de forma equitativa por municipios, de acuerdo a la población que éste posea y la responsabilidad del Estado es la de facilitar, no de dificultar la obtención de los alimentos, sin hacer caso a la indisciplina provocada por los implicados en desempeñar  y hacer cumplir estas labores en pos de servir a la población.
Es primordial que también supervisen esta actividad, porque entre alimentos, detergentes, frazadas de piso y otros artículos, cualquiera pierde las piernas y hasta el cerebro en el busca que te busca diario.

Invasión de preferencias

Invasión de preferencias


Susana T. Más Iglesias, La Habana 6 de julio de 2012.

Todo parece indicar  que hasta en el deporte se debe tener libertad para seleccionar al equipo a quien se quiere agasajar y demostrarle simpatía; más cuando se trata de un conjunto formado por integrantes extranjeros, que lejos de venir a efectuar una disputa política, nos visitan con el ánimo de establecer un encuentro deportivo como pasatiempo, recreo, diversión o simplemente demostración de cordialidad hacia este país.
En el juego de beisbol celebrado el día 6 del presente en el estadio Latinoamericano entre los equipo de Cuba y Estados Unidos, se destacaba la exhibición de la bandera cubana en gran medida como era lógico esperar, pero como deporte al fin, cada cual debería ser libre de simpatizar con el equipo o país que se le antoje y  no por ello traiciona al suyo, ni crea una situación política en la instalación. Sin embargo, a pesar de que sólo se presenciaban allí unas escasas (tres o cuatro) banderas estadounidenses, las cuales ni siquiera fueron expuestas con naturalidad por las cámaras de televisión, todas aquellas personas que demostraron su apoyo al equipo visitante fueron detenidos y sacados de la instalación por policías vestidos de civil y de uniforme.  
Alguien no analizó que esos jugadores son jóvenes estudiantes de universidades con edades muy por debajo de los integrantes del equipo Cuba, no era objetivo de los aficionados poner en tela de juicio la destreza del equipo que debió mostrar mejor desenvolvimiento en el terreno.
Hay acciones para con el pueblo o simpatizantes de un equipo deportivo o artista extranjero que deben analizarse antes de ser ejecutadas, de lo contrario no incentivar la participación de la población a tales eventos donde no tiene por qué salir de allí disgustados en el mejor de los casos o presos en el peor.
Los aficionados al deporte en cualquier plaza del mundo, aplauden a los equipos visitantes sin ser por eso cuestionados por las autoridades o grupos de odio que actúan de forma irracional.


Susy Coky Simbaya, Susana T. Más Iglesias te ha dejado un mensaje...

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