miércoles, 10 de junio de 2015

Dentro de unos años, qué pasará?

Dentro de unos años, qué pasará?
Susana T. Más Iglesias, La Habana 19 de mayo de 2015.

Para muchas personas, sobre todo los mayores de edad, o jóvenes que tienen una buena influencia y  formación educacional en el hogar, tener que salir de noche o que le sorprenda la misma en la calle, es motivo de gran preocupación. Para los muy adultos la inquietud no es solamente que teman caerse porque  vista no les acompaña a transitar por las aceras destrozadas con anomalías y huecos. Y algunos jóvenes consideran que “la calle está mala” y prefieren quedarse en la casa o el barrio,  a tener que pasar por el mal momento de tener que resistir a cierto elemento antisocial,  que  su diversión consiste montar en grupos algunos ómnibus y demostrar su escasa educación y alta deficiencia en el comportamiento social.
Aunque el índice delictivo de cierta manera desciende su porciento, porque ya no se ven tan a menudo los asaltos, broncas y arrebatos que casi llegaron a dominar y sembrar el pánico en la ciudad, ahora el rechazo de algunos ciudadanos  que desean salir a pasear es a subir en una guagua después de las nueve de la noche.
Exactamente hace dos domingos atrás, tomé un transporte público cerca de las diez de la noche en la calzada de 10 de Octubre y al montar, lógicamente me trasladé hacia el final del mismo para dar oportunidad a quienes montaran de ocupar espacios con menos conglomeración. Fatalmente llegué a la puerta trasera final, me ubiqué en un lugar adecuado donde poderme sujetar y allí encontré un grupo de jóvenes, de esos que se esfuerzan en demostrar su falta de formación y respeto, como si con ello obtuvieran la conquista de sus vidas.
Lo increíble fue que al desocuparse un asiento, que por derecho a mi cercanía del mismo en el espacio me correspondía, mientras la persona se levantaba y salía, uno de los muchachos, rápidamente como un zepelín, entrelazó sus dos manos y virándolas hacia arriba facilitó este acto para que otro se apoyara en ellas y saltando por encima del tubo de separación, cayó sentado en el asiento como si fuera un acto circense, evitando así que yo me pudiera sentar. A continuación las risas y griterías de aprobación y pase entre ellos de la cajita de ron por parte de los restantes integrantes del grupo para brindar, no se hicieron esperar. Para ellos el incidente, escudado en el  valor colectivo fue una gallardía; después el ejecutor de semejante payasada, dirigía su mirada sonriente y retórica como esperando algún reproche de mi parte. Fue entonces que vino a mi mente  el refrán “no hay peor cuña que la del mismo palo”, porque en ese momento reparé que todos eran de la raza negra, al  igual que yo.
No obstante, otro joven fuerte, de tez blanca que iba solo, se mostró correcto y al ver que los pendencieros buscaban otro motivo para “formarla”( traducción en el argot popular “a buscar líos”),con voz muy precisa alta y enérgica, muy cortésmente me dijo: - Mi tía, venga para acá- y sirvió de escudo ante cualquier otra provocación hacia una mujer mayor, y sola.
Este incidente no hizo más que demostrar que aún, aunque pocos, quedan jóvenes que sienten compromiso de ajustar la disciplina y respeto a toda costa, sin temores porque las buenas costumbres adquiridas en su familia están por encima de cualquier prejuicio racial y actitudes vandálicas colectivas.
Justifico el hecho con que tal vez esos jóvenes conflictivos, no son más que el aunamiento de víctimas de malformaciones educativas o simplemente que crecieron a la deriva, sin amparo filial, víctimas de escasa o nula formación de valores éticos y conceptos de obediencia.

Tal vez si desde los primeros grados de la primaria se implantara una educación moral más acentuada, como asignatura que se extendiera hasta la educación superior, pero que a la vez no fuera violada por maestros y trabajadores de esos centros, aunque algunas familias no se ocuparan de ello, algo siempre prevalecería en el alumnado.
Situaciones como éstas, menores y peores se ven a diario en cualquier ómnibus de la ciudad en horario nocturno, sobre todo los fines de semana. Es cierto que en la unión está la fuerza, pero ello debe destinarse a   ejercerse en buenas acciones dentro de la sociedad, con positividad.
Todos somos cubanos, perteneciente a la raza humana,  por tanto prevalece el derecho a cimentar una sociedad mejor para todos.




P/D Publicado en ICLEP

Al rescate de Valores.

Al rescate de Valores.
Susana T. Más Iglesias, La Habana 8 de mayo de 2015.

Los cubanos siempre fueron catalogados y distinguidos por ser personas, desde los más acaudalados hasta los más pobres,  como  embajadores de la elegancia y hospitalidad en todos los sentidos durante muchos siglos. Su comportamiento respetuoso y honesto hacia los demás les hizo ganar esa condición.
Hoy con gran tristeza las personas que sobrepasan cierta edad y peinan canas están a la mira de que la educación formal, el respeto hacia los demás  y los principios morales en la mayoría de los habitantes de cualquier edad, han sufrido un resquebrajamiento de manera vertiginosa. Es como una pandemia que acaba poco a poco con las virtudes del ser humano; por lo que es necesario tomar medidas urgentes para rescatar esas cualidades que siempre caracterizaron a los cubanos.
Con el transcurso de los años surgió cierto descuido en los hogares y la educación  escolar actual por parte de los maestros, se han ido de de las manos  los valiosos conceptos de educación cívica que enorgullecía a la población cubana.
Desde los primeros años de vida,  padres y  familias  instruían a sus menores casi desde la cuna en cómo comportarse ante los demás, les inculcaban una educación de base muy sólida con actitudes enérgicas y los enseñaban a respetar a todos aquellos que fueran mayores que ellos, ser condescendientes con los de su misma edad y cuidar de los más pequeños, igual se enseñaba cómo vestir según el evento y aunque supieran (por escucharlas accidentalmente en algún lugar) las malas palabras, no se atrevían a pronunciarlas en alta voz ni delante de otras personas, mucho menos si habían mujeres presentes.
Existía una gran disposición para  corregir cualquier transgresión al respeto, porque siempre alguien tomaba la iniciativa de llamar la atención con suavidad o cortesía, sin abochornar  a quien incurriera en ello.
Los niños no intervenían en conversaciones de los mayores, ni conocían las vicisitudes económicas por las cuales podría estar atravesando la familia. El acceso a los problemas en la casa era bastante limitado, precisamente para que con su conocimiento y participación no se violentara el pensamiento debido a su niñez, ya que de ser así no se haría más que proporcionar preocupación o trauma al dejarle conocer  las dificultades, sin que ellos pudieran darle solución o siquiera aportar algún criterio.
Hoy los niños tienen un dominio extenso de todo cuanto acontece en la casa: ya sea problemas entre los padres, desavenencias entre integrantes de la familia, planificaciones futuras y un sin número de eventos que llega a aturdirlos porque su posibilidad de asumir a solucionar determinados incidentes son nulas, por lo que ello conlleva a que en la actualidad, una gran cantidad de menores presenten traumas psicológicos que  devienen en caracterizaciones merecedoras de ser enviados a escuelas conductuales.
Urgente es la acción por parte del Estado y la familia para garantizar el apoyo a la niñez y que  esta etapa transcurra sin adulteración, no forzarla ni con los problemas del hogar ni con situaciones políticas: respetar su edad y esperar que con el tiempo, cuando arriben a la edad adecuada puedan decidir por sí solos con independencia y libertad cuál será su inclinación. Pero para ello hay que enseñarlos con los mejores conceptos de educación general para obtener el resultado adecuado en ellos: que sean buenas personas y  magníficos ciudadanos.
Los proyectos comunitarios sean estos promovidos por el Estado u organizaciones de la sociedad civil independiente, están dando un gran aporte a la educación del hombre nuevo, por lo tanto no deben reprimirse ni abortarlos. Las personas que trabajan en ellos lo hacen con la mayor voluntad teniendo esperanza en que se pueda lograr el rescate de los valores.




P/D Publicado en ICLEP


Peligro inminente

Peligro inminente  
Susana T. Más Iglesias., La Habana 18 de mayo de 2015.
La imagen habla por sí misma y mantiene en alerta a todos los transeúntes y aquellos que por obligación se transportan en vehículos motores  al pasar por la acera situada en  Calzada de 10 de Octubre entre San Leonardo y Enamorados, preciso a sólo unos metros de la famosa panadería Toyo. Bien pudo haber sido un accidente automovilístico o quizás  el quebrantamiento ante tantos años de construcción sin algún mantenimiento. Aunque más bien aparenta lo primero.
Lo cierto es que ofrece un alto peligro para todo el que tenga que pasar por allí, lugar que también pertenece al portal del antiguo restaurante chino “El Confucio”, donde hace más de tres décadas se podía degustar un sabroso plato de arroz frito, acompañado de la nutritiva sopa china,  maripositas, chop-suey  y otros agregados alimenticios que ofertaba .
Quienes ya gozan de ciertos años vividos al pasar por el área recuerdan cómo era aquella acera donde también está ubicada una tienda que vende artículos varios a la población y un “Sylvain” cafetería perteneciente a una de las cadenas gastronómicas de pan y dulce que expende en CUC, , por lo que el lugar es bastante concurrido a cualquier hora del día.
Lo admirable del hecho es que el lugar es bien visible para todos aquellos  que a diario pasan por el lugar, sin embargo el peligro resalta ante la vista y donde por casualidad coincide con el semáforo que permite o detiene el tránsito que se dirige hacia la Víbora o los que se desvían hacia la Cazada de Luyanó.
Es increíble creer que tanto el Delegado de esa circunscripción, como los administradores de establecimientos que allí se encuentran, inspectores que constantemente supervisan las cafeterías con autorizo de aperturas en esa parte tan asistida de la calzada y hasta los oficiales de la policía que pasan por la misma ese la mismo espacio, no hayan recibido la queja o visto con sus propios ojos el estado de alto deterioro y peligro de esa columna, que en cualquier momento puede venirse abajo, ya sea por fragilidad o por ocasión de alguna accidentalidad del tránsito donde cualquier carro puede ser aplastado en algún momento, incluso, dar lugar a  causar lesiones o la triste pérdida de vidas humanas.
Por el área pasan a diario centenares  de personas que se dirigen hacia distintos lugares. No olvidemos que es una arteria principal en la ciudad, que enlaza los 3 Municipios más poblados de la ciudad: 10 de Octubre, San Miguel y Arroyo Naranjo. Con anterioridad se hizo alusión de que éste riesgo, está a pocos metros de la panadería, quien asume gran cantidad de consumidores de la comunidad, allí asisten en la búsqueda de pan y burlan a la casualidad.
Hay que ser optimista y abrigar la esperanza en que ya el trámite de restauración de la misma esté en vías de cumplirse y no se tenga que lamentar un desastroso incidente en el que queden personas involucradas, que de hecho no tienen nada que ver con la indolencia de no tomar medidas de restauración inmediato ante situaciones como éstas.
Por allí pasan todos: médicos, estudiantes, madres con niños pequeños, ancianos que se dirigen hacia la panadería o algún establecimiento u oficina que preste atención al público, por lo tanto el llamado a las autoridades competentes es de urgencia, no se puede esperar a los trámites burocráticos o a que se designe el presupuesto del municipio para mantenimiento de locales y establecimientos la donde tiene acceso la población de forma continua. El gobierno municipal debe responder ante cualquier fatalidad si las medidas no son tomadas con apremio.


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jueves, 4 de junio de 2015

Mis Experiencias por Perú.--Capítulo 6- Algunas Actividades y Un placentero paseo nocturno.

Mis Experiencias por Perú.

Capítulo 6-  Algunas Actividades y Un placentero  paseo nocturno.

Susana T. Más.

Al otro día de mi llegada, tuve la oportunidad de visitar algunos lugares y conocer a varios funcionarios y personalidades de instituciones del Perú, los cuáles son altamente eruditos en diversos temas como Economía, Género, Economía de Mercado, Regímenes Económicos, Relaciones Internacionales, Indicadores Sociales, Derechos de la Mujer , Gestiones Públicas, Derecho Civil Patrimonial, Derecho Comercial, Protección al Consumidor, Contratos Mercantiles, Gestión en Políticas Macroeconómicas, Financistas, Escritores, Sociólogos, Historiadores, Especialistas en Redes Sociales y Marketing en Internet, Ensayistas, Poetas, Editores Ejecutivos de revistas, Directores de Diarios, Especialistas en temas de Derecho Constitucional, Laboral y de Seguridad Social y Abogacía.
Todos magníficos individuos, hombres y mujeres que no vacilan en compartir sus conocimientos y  sobre todo, sin la altanería ni arrogancia de demostrar que son superiores a aquellos que no tuvieron la suerte de poder estudiar o conducirse en la vida como ellos. No muestran jactancia de sus títulos, ni manifiestan prepotencia ante los de menos nivel  y preparación educacional. Estas personas demuestran cómo sus triunfos ante la vida les vale para servir a su población, dedicar lo mejor de sí, y permitir que sus jóvenes se incorporen a la sociedad siendo la vanguardia del país, pero teniendo  al menos un mínimo conocimiento pleno de todas y cada una de las temáticas, porque lo que persiguen es el bienestar para lograr que sus ciudadanos sean cada vez más capacitados.
Desde luego que a todos no les conocí el mismo día, sino poco a poco, teniendo la coyuntura de poder intercambiar conversaciones con cada uno de ellos y escuchar sus vivencias a  través de los años y la dedicación al mejoramiento de cimentar con sus intuiciones las distintas entidades que se destacan en las municipalidades de la patria.
Realicé un paseo algo atropellado por varios lugares de interés y no dejé de admirar cada valla o anuncio que veía en las avenidas, que daba promoción a alguna corporación o asistencia técnica o campaña.




Posteriormente, me alegró sobremanera la invitación a dar un paseo en Mirabús por toda la municipalidad de Miraflores y zonas contiguas. Afortunadamente ya había disipado el agotamiento del transcurso de viaje desde la isla caribeña  hasta mi llegada a Lima. Me sentía restablecida y dispuesta a recrearme plenamente de dicha ronda, la cual me permitiría seguir conociendo plazas del país y penetrar aún  más en el desarrollo y cultura de sus habitantes.




Algo muy distintivo llamó mi atención: existe un parque en el distrito al cuál le nombran el “Parque de los Gatos”, en ese lugar se concentran y permanecen distintos ejemplares de especies: los hay grandes, chicos y de diversos colores. Cierto es que por las calles o tejados no es costumbre  verles  deambulando a cualquier hora, pero es porque se logró que todos estén allí concentrados, pero protegidos, donde existen personas encargadas de cuidarlos y alimentarles, y mantienen por sí solos la disciplina de no salirse de sus contornos.


A este parque peculiar afluyen muchos adolescentes y niños no tan pequeños con sus familias que gustan de pasar su tiempo libre conversando en grupos, o si están solos, entretenidos conectándose a la zona libre de Wi-Fi, posibilidad que me hizo recordar a  mis nietos, sus amistades y otros jóvenes cubanos que ansiarían poder disfrutar de ese servicio de esa misma manera.


Otro lugar que me dejó estupefacta fue la visita ese mismo día a otro parque sorprendente del que no recuerdo bien cómo le llaman, si “Parque de las Fuentes”, o “Parque de las Aguas”, centro recreativo por el cual transcurren muchos nacionales y turistas, donde se combinan las bellezas de las fuentes y su colorido junto con el ornato de la flora que allí se exhibe.








                                         

Una de las fuentes está diseñada con un formato adecuado de permitir que las personas se introduzcan en ella para, cuando brota el agua divertirse junto con sus hijos, resto de familia o amigos, los cuales al emerger el agua y  mojarles les causaban alegría, por lo que se escuchaban los gritos o chiflidos por el goce que ello les proporcionaba. Pude darme cuenta que es una diversión sana, que brinda la posibilidad de pasar un rato ameno con los allegados. También existen el mismo varios shows musicales donde se combina la salida del agua de las tuberías adaptadas, con el acompañamiento musical, mezcla que produce un gran bienestar a la vista, similar a los que se muestran en la bella ciudad de Las Vegas en los Estados Unidos; algo muy bello, colorido y solemne, sobre todo cuando el espectáculo es con la composición musical de “El Cóndor”. Lástima que por las restricciones de Internet no pueda adjuntar uno de los ejemplos, pues pude grabar algunos que fueron de mucho disfrute para aquellos que por primera vez podíamos observar en vivo una exposición tan linda que quedó grabada para siempre en mi vida.




(Continuará…)