jueves, 3 de septiembre de 2015

Mis experiencias por Perú- Capítulo 10- Facilidades de compras Textiles.

Mis experiencias por Perú-
Capítulo 10- Facilidades de compras Textiles.
Susana T. Más Iglesias

De mi estancia en la barriada de Miraflores, donde me hospedé, puedo narrar que visité por  escasos momentos, mientras caminaba por la localidad, algunas tiendas entre ellas de las llamadas “boutiques”, en las cuales aprecié agraciadas producciones textiles, y de talabarterías como carteras, bolsos, monederos;  calzados que por sus diseños y calidad alcanzan una perfección y elegancia incalculables, desde luego, éstos tenían precios exclusivos, pero nunca llegarían a quedar fuera del alcance de los naturales. Los  salarios permiten que con frecuencia tengan la oportunidad de comprar algún artículo en el mes que tengan previsto y les agrade.






Casi al final de mi estancia tuve la oportunidad de dedicar casi un medio día para dar una vuelta por la municipalidad de Gamarra, la cual es un gran emporio comercial  donde concurre gran cantidad de personas, incluyendo turistas, para efectuar compras a precios muy baratos. Esa fue otra de las admiraciones que pude experimentar en mi recorrido y fue la gran cantidad de calles que albergaban tiendas, grandes y pequeñas, negocios que se dedican a las ventas textiles o de calzados, incluso de ambos y donde ya sabía que existía la cultura del regateo, lo cual permite que el comprador salga complacido y el vendedor logre sus objetivos de salir con presteza de la mercancía. Se halla gran variedad y cantidad  de colores, estampados y modelos en cada uno de ellos.







Allí pude notar la efectividad y habilidad de ventas en pequeños establecimientos que proporcionan al interesado la oportunidad de adquirir a precios asequibles disímiles artículos de uso personal como son relojes de pulseras al gusto del consumidor en tamaños y colores, gorras y ropa interior o adornos para el hogar. Todos ellos de excelente calidad y con precios baratos de acuerdo a la moneda que circula en el país: el sol.




















En el ajuste de cambios de moneda al arribar al país, es decir dólar, euros, u otro tipo de divisa reconocida internacionalmente y que debe hacerse el canje, ya que en el Perú solo es reconocida la moneda nacional, la ganancia era notable. Por ejemplo: en aquel momento por cada dólar, la persona recibía $2.80 soles y por cada euro, unos céntimos más, cifra que no recuerdo en éstos momentos. Por lo que reportaba buen beneficio  y aumento de ingresos para comprar, a aquella persona que visitaba el país. Existen personas por todas las municipalidades que desempeñan oficialmente la labor de “cambistas”. Estas personas son empleados de la administración local que están autorizadas y reconocidas de manera pública para efectuar canjes de monedas en las calles, por lo que a pesar de existir bancos y oficinas  de cambios, ellos ofrecen un servicio seguro, apropiado y sobre todo legal.
También en las municipalidades hay gran desarrollo en la venta de artículos artesanales que no permiten que se pierda con el avance de las nuevas tecnologías, la vigencia  de la cultura autóctona. Estos adornos tienen una variedad increíble. 





















Y en la especialidad de joyería, por lo que pude bien apreciar como fémina, eran perfecciones de modelos  confeccionados en plata, cristal y otros materiales y en ambos.








Esta narración tal vez no sea algo increíble para personas que vivan en otros países donde es normal que existan estas facilidades de adquisición para todos. Tal vez alguien no imagine que para alguien como yo, ciudadana cubana, de a pie pobre como la mayoría de los habitantes de la isla que nunca había tenido la posibilidad de salir del país, este viaje fuera impactante  en todos los sentidos.





Perú no solo desarrolla la comercialización de ropa moderna, sino que hace perdurar en  los nuevos modelos de confecciones la fabricación muy atrayente de los atuendos que siempre usaron sus antepasados aparte de promocionar el arte en la cristalería y joyas también.


























Fueron muchos los conocimientos y experiencias recibidas para asimilar en tan breve tiempo. Pero el suficiente para darme cuenta que cuando los ciudadanos de una nación ponen empeño en la recuperación de la misma, aunque les lleva algunos años en la contienda, pueden lograrlo. Solo que para lograrlo hay que tener mucha voluntad, conocimientos sobre cómo debe ser en realidad el comportamiento de un ciudadano, honestidad  y amor a la madre patria.
( Continuará)