jueves, 12 de noviembre de 2015

Mis Experiencias por Perú. Capítulo 11 – Servicios de Comunicación.

Mis Experiencias por Perú.
Capítulo 11 – Servicios de Comunicación.

Con sólo un breve paseo por la municipalidad de Miraflores, la persona que visita el país, puede constatar que las comunicaciones juegan un papel primordial que forma parte del desarrollo de los habitantes, aspecto que se garantiza por los grandes consorcios privados que allí se encuentran establecidos  y a la vez se advierte a grandes rasgos la facilidad que existe para propiciar tal gestión, ya sea la telefonía móvil, servicios públicos fijos, el cuál no se usa normalmente, pero que está disponible en  calles y avenidas principales.


Estos servicios de telefonía móvil se caracterizan por ser cabinas resguardas del sol y la lluvia, de color  rojo o azul para llamar la atención del transeúnte que lo esté buscando. Todas se encuentran en perfectas condiciones, pues la ciudadanía vela por su cuidado.
Este servicio se asegura a todo ciudadano o personas que visitan el país,  que por un motivo u otro no poseen celulares o son mayores de edad y desconocen la manipulación de esa nueva tecnología.

























Es muy normal para el ciudadano limeño ver que en la mayoría de los parques y centros comerciales existe la modalidad de Wi-Fi gratis, que son garantizados en éste último caso por los dueños de comercios y servicios gastronómicos para que los consumidores o clientes del lugar no carezcan de comunicación, por lo que la misma es constante.





Como expliqué en una narración anterior, los parques de grandes proporciones a donde concurren más los jóvenes, como por ejemplo el Parque de los Gatos, ofrece la singularidad  de brindar  la asistencia a cualquier hora. Por lo que las personas que deciden visitarlo en la tarde o noche sabatina, dedican su tiempo libre a jugar en grupos, bajar música  de la red o comunicarse con cualquier otra dentro o fuera del país, sin limitaciones y con un servicio que ofrece calidad y garantía.


Se puede decir que toda la población, hasta los que viven alejados del centro de la ciudad, pueden disfrutar del uso de  la  telefonía móvil constantemente, no importa lo intrincado que esté el distrito, ya que aunque se encuentre en una asentamiento a cientos de kilómetros o en un barrio rodeado por altas lomas, no dejan de comunicarse con cualquier lugar del mundo, lo mismo efectuando ellos la llamada que recibiéndola. Y lo más asombroso es que no es caro el convenio del contrato con las compañías para instalarse también en los hogares.





















Otra de las vivencias que incentivó mi curiosidad y desde luego causó una gran sorpresa, fue la cantidad de congregaciones  que viven en los cerros y lomas, lejos de las municipalidades principales cercanas a la capital, pero que desde lejos, se puede ver la cantidad de antenas que aseguran que dichos pobladores puedan usar el servicio de comunicación local, incluyendo la conexión a Internet.





También pude notar que existen numerosos establecimientos que brindan con alta calidad  Servicios Digitales  asociados a diversos equipos como cámaras fotográficas, laptops, computadoras de mesa, discos duros externos y todo tipo de accesorios modernos que se encuentren disponibles dentro de las ventas electrónicas en el medio digital.

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Cuando me desplazaba a caminar me llamó muchísimo la atención de ver el gran conjunto de edificaciones altas que existen y sobre ellas, las torres que permiten establecer la conexión  a Internet desde los hogares también





























En fin, las nuevas tecnologías se explotan para el bienestar  dentro de las comunicaciones y están a disposición  de todas las personas, tanto en  zonas urbanas como rurales, sin limitaciones ni zonas específicas para su uso. Porque aunque la persona se encuentre en un espacio adentrado dentro de alguna edificación, nunca pierde la posibilidad de estar localizable y en contacto con el resto del mundo.



(Continuará…)



jueves, 5 de noviembre de 2015

Pasó al olvido…
Susana T.Más Iglesias, La habana 19 de septiembre de 2015.

La barbería “Radiocentro”,la cuál tiene exisitencia desde los inicios del antiguo canal televisivo CMQ , sin explicación alguna no forma parte del patrimonio histórico del país. Hoy no es más que un local más, de los tantos arrendados por el Estado para brindar servicios a la polación. Gracias que el Instituto Cubano de Radio y Televisión, ICRT lo acog como espacio de la institución y  su colectivo compuesto  de  barberos, peluqueras, y una manicure han podido continuar desarrollando su labor.
Esta barbería está enmarcada en el ángulo del pasillo entre el ICRT y la cafetería “La Arcada”  en la calle M del Vedado, que además también tiene entrada por la calle 23.
Muchas personas de la tercera edad recuerdan que  era un pequeño pero acogedor  salón de belleza donde acudían las grandes figuras de la canción y galanes de novelas y programas de la época como Rolandito Barral, Julito Martínez, Ramoncito Velóz, Enrique Almirante, Luis Alberto Ramírez, Alejandro Lugo  y otros, que por ende lograban la frecuente visita de  jóvenes que  portaban autógrafos, (libro pequeño, preferiblemente de color rosado y  rectangular con bonita portada y numerosas hojas), para que sus artista predilectos les estamparan alguna frase agradable y su firma, esa era la constancia de haberles conocido personalmente).

También afamados cantantes, directores y vestuaristas, diseñadores de moda y locutores pasaban puntualmente a solicitar los distintos servicios que allí se ofertaban.

Durante los primeros años de inaugurado el lugar, las paredes de este recinto estuvieron  adornadas con fotos de grandes de la pantalla chica  como Benny Moré, Rosita Fornés, Enrique Santiesteban, Bola de Nieve, Fernando Alvarez, Armando Soler, Rita Montaner, Germán Pinelli, Odalys Fuentes, Enrique Arredondo, Raquel Revuelta, y otros.
Al triunfar la revolución en el año 1959, ese salón tuvo la premicia de ser visitado por los llamados barbudos, militares del Ejército Rebelde que bajaron triunfantes de la Sierra Maestra, fue en ese lugar donde rasuraron sus barbas y dieron cortes a sus largos cabellos. Allí también se brindaba servicios faciales  y por algunos años se mantuvo un relojero en el pasillo que pertenecía a la barbería, el cual brindaba servicios de reparación.

La permanencia por años y su historia  es suficiente para mantener una condición única y relevante como centro patrimonial, respaldado por la empresa que corresponde, pero no ha sido así.

Incluso en los últimos años de vida del gran compositor e intérprete Francisco Repilado conocido por Compay Segundo, se hizo notar su asistencia al lugar requiriendo siempre el servicio de su barbero Reynaldo Luis, al que cariñosamente se le decía Rey y que también pelaba al simpático humorista  Antolín el Pichón.
Con el paso del tiempo y las restructuraciones estatales, este local inicialmente pasó a ser atendido por la Empresa de Servicios del Municipio Plaza, pero en los últimos años, al aprobarse la ley de cuentapropismo, esa instancia dejó de atenderles y cedió dicho espacio que con gusto asumió el ICRT, pero éstos trabajadores de la barbería deben abonar una suma monetaria por concepto de arrendamiento del local para poder laborar en el mismo; independientemente del pago de sus licencias y la compra de los productos en el mercado minorista, sumándole la responsabilidad de reparación, higienización y embellecimiento del lugar que corre por ellos a un costo bastante elevado.

Al parecer a los historiadores se les fue de la mano que este centro guarda en sus paredes innumerables recuerdos sobre la presencia allí de personalidades de la cultura cubana y del gobierno.

Esta barbería que tantas bellas anécdotas e historias encierra, pasó al olvido, pudiendo ser un centro más perteneciente al patrimonio de la isla.



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Vencido o No?

Vencido o No?

Susana T. Más Iglesias, La Habana 17 de octubre. de 2015.

El picadillo de pollo curado a la venta en algunos mercados de la red comercial enclavados en el  municipio Plaza,  presenta deficiencias notables.



Con el gran desabastecimiento  existente en tiendas recaudadoras de divisa en las últimas tres semanas de productos cárnicos, la población recurre obligatoriamente a la compra reiterada del picadillo, el cuál posee un  precio bastante asequible entre otros, y los compradores optan mayormente por el llamado “curado”, subproducto de pollo que no siempre forma parte de la predilección de los consumidores, pero que proporciona la oportunidad de confeccionar diversos platos.
Aunque muchas personas en la desesperación de  comprar, omiten  leer e informarse sobre  la fecha de vencimiento de un producto, otros se han percatado que este picadillo, en su envoltura advierte que el mismo debe ser consumido antes de los ciento veinte días posteriores a su elaboración. Pero existe la contradicción que el mismo está desprovisto de indicación en cuanto a  la fecha de elaboración,( como aparece expuesto en foto adjunta), por lo que es imposible deducir cuándo es que vence, además de encontrarse falto de suficiente congelación.
Con los riesgos que sufren algunos productos alimenticios cuando se producen apagones, aunque éstos sean por escaso tiempo, pero sí en reiteradas ocasiones, los alimentos que se encuentran congelados conllevan a  un deterioro en su calidad, lo que puede ocasionar trastornos digestivos que llegan a producir intoxicaciones, vómitos o descomposiciones estomacales.
Algo por lo que deben velar los centros de producción y sus controladores de la calidad,  es que la mercancía salga del establecimiento con todos sus requerimientos y los gerentes o jefes de  almacenes que reciban dicha mercancía supervisen  que éstos parámetros no sean violados, ya que forman parte de la protección al consumidor y normas de sanidad; deben estar pendientes al recibir los productos, y exigir porque ellos al menos revelen una fecha de referencia o producción por la cuál el cliente pueda guiarse, para saber en qué término puede usarlo o decidir no comprarlo por estar sujeto a riesgos.
Debido a la ausencia de variedad de cárnicos en la red minorista en estos momentos, no es mucho el tiempo que duran en las tiendas, pero sí están expuestos al deterioro por las interrupciones del fluído eléctrico, que afectan algunas zonas donde se encuentran enclavados comercios con grandes cantidades de productos alimenticios que requieren congelación permanente.
No se puede olvidar que éstos alimentos son consumidos por niños y ancianos, quienes son más propensos a sufrir cualquier indigestión. Esperemos que las autoridades sanitarias presentes en cada centro de producción, velen para  que se cumplan los requisitos de surtido de alimentos para  la venta y consumo de la población.







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