jueves, 7 de enero de 2016

Edificaciones a la Espera.

Edificaciones a la Espera.
Susana T. Más , La Habana 10 de noviembre de 2015.

A pesar que con mucho júbilo se celebró en la isla  el 496 aniversario de la fundación de la Villa de San Cristóbal, que a través de los medios de difusión a la población se emitieron videos y documentales de determinadas zonas del Casco Histórico, existen en esa misma área y  en el centro de la  ciudad de La Habana más de trescientas edificaciones en las que sus ocupantes esperan por la posibilidad de la reparación por parte del Estado,  quien rige y autoriza esa gestión;  ya que no se autoriza el acuerdo entre vecinos, a pesar de sus bajos ingresos, para que puedan obtener poco a poco materiales de construcción para disminuir y rehabilitar  el  deterioro  de sus hogares causado por el decursar de los años.
En muchos casos de edificaciones  en estado deplorable, se pueden hallar a personas y familias que  aún se encuentran viviendo allí, asumiendo todos los riesgos que puedan surgir con relación  a derrumbes parciales o totales como ha sucedido en reiteradas ocasiones. Pero como no existe otra posibilidad rápida o eficaz de sustitución de vivienda transitoria, a no ser por gestión propia, como la  de ir a parar a casa de familiares o amigos,  sus ocupantes esperan pacientemente a costo de perder sus vidas a que su situación mejore, con la esperanza de que en algún momento el gobierno municipal tome medidas para evitar tales desastres.
La situación habitacional en el país es bastante caótica, pues su población va aumentando aceleradamente, y buscando mejores opciones de vida se trasladan hacia La Habana gran cantidad de personas provenientes de otras provincias que buscan estabilidad laboral que les proporcionen mejorar su estatus.
Los edificios más afectados son los que se encuentran en áreas cercanas al malecón y por ende expuestos al deterioro por la acción constante  del salitre, elemento natural que ataca con intensidad esas construcciones que tienen casi cien años o más de erigidas. Dentro de otros municipios también se advierte tal afectación, pero las personas que habitan casas independientes han tenido más suerte de poder acometer ciertas restauraciones. Como ejemplo se exponen fotos de edificios que existen en los  municipios de Habana Vieja y Centro Habana que a pesar de estar en pésimas condiciones, aún siguen ocupados por personas que no tienen otras alternativas que no sea la de esperar.
Recientemente el gobierno de la isla hizo entrega de apartamentos en edificios a personas que llevaban más de veinticinco años en albergues, entrega insignificante comparada con la cantidad de casos en esas condiciones y que por ley natural se han incrementado por  nuevas generaciones que ya comienzan la etapa de reproducción, por lo que se encuentra fácilmente en una familia tres o cuatro generaciones conviviendo juntas.
Sería prudente el análisis de aumentar la posibilidad de entregas  de presupuesto a los organismos responsables del mantenimiento o remozamiento de las edificaciones,  o del permiso de reparación por medios propios sin tantas exigencias a los que se proponen ejecutarlo.
Debe analizarse este aspecto no sólo desde el punto de vista habitacional, también desde la mejoría de calidad para los seres humanos que integran  la población cubana que estudia, trabaja y serán miembros activos de la comunidad en el futuro. Si se garantizan las condiciones mínimas de vivienda  a las personas, aunque fueran pequeñas, ellas se encargarán de crear  un ambiente  confortable que les permitieran una agradable  convivencia, tendrían menos preocupaciones y rendirán con más calidad en su desarrollo intelectual, o productivo.



P/D enviado a ICLEP  para su revisión y publicación.



No hay comentarios:

Publicar un comentario