La familia y las personas con Discapacidad
Por Susana Más
La familia es uno de los eslabones principales en la sociedad de cualquier país, por lo que su rol es sumamente importante para desarrollar las metas que deseen cumplir cada uno de sus integrantes, así como su educación, inclusión y formación en valores desde los primeros años de vida. Cuando uno de ellos es una persona con discapacidad, los demás miembros deben instruirse de forma continua para que esta sea incluida en la toma de decisiones dentro del hogar. De este modo, incrementará la confianza en sí misma, preparándole para su inserción dentro de la sociedad.
Las familias en Cuba han dejado de lado los prejuicios sociales o religiosos que se basaban en falsos conceptos acerca del porqué algunas personas nacían con discapacidad, a quien antes ocultaban sin darle participación con el resto de la familia y vecinos. A causa de ello, estas personas eran víctima de la indiferencia y desamor.
Es importante que cada uno de los integrantes en el núcleo familiar tome conciencia de la inclusión para que la persona con discapacidad sepa que puede contar con su apoyo y que bajo ningún concepto advierta rechazo ni sienta la exclusión.
Es necesario buscar el asesoramiento no solo médico, sino también de personal especializado para conocer las necesidades de un miembro de la familia con discapacidad y si dicha capacidad permite ampliar sus conocimientos en la búsqueda de habilidades que pudiera desarrollar paulatinamente en el marco de su entorno.
Encontrar métodos idóneos para lograr la integración familiar es tarea de todos los miembros. La persona con discapacidad debe percibir ampliamente que su familia lo acepta, le quiere y está disponible para ayudarle en todo lo que sea necesario.
En los primeros años del triunfo de la revolución se fundaron proyectos que brindaban capacitación a las personas con distintos tipos de discapacidad, pero con el pasar del tiempo se dieron prioridad a otras actividades y se abandonaron las expectativas concebidas para ellos.
Hoy, gracias al empuje de iniciación de proyectos y redes creadas con apoyo internacional en el país, se está logrando la revitalizando de todas estas prácticas. Esperemos que el impulso continúe y se mantenga vigente de la manera que es necesario para lograr la integración en la sociedad de las personas con discapacidad. Una buena idea es la de fundar oficinas municipales que se encarguen de asistir a estas personas, como lo hacen las Oficina de la OMAPED, en Lima Perú.