jueves, 29 de mayo de 2014

Nuestras Mascotas También Tienen Derecho.




Nuestras Mascotas También Tienen Derecho.


Susana T. Más Iglesias, La Habana10 de mayo de 2014.

Un gran número de cubanos manifiesta amor no solo hacia  a la familia que han creado, sino que también que lo manifiestan por sus mascotas. Hasta las familias más pobres tienden a adoptar con voluntad y cariño a algún animalito, ya sea por el más pequeño de la casa, que por el anciano jubilado para que tenga en qué ocupar el tiempo que le sobra, se entretenga con ella, y no sienta soledad cuando la familia parte hacia la escuela y el trabajo.
De manera general en las casas deciden adquirir algún animalito de la raza canina, aunque hay quienes prefieren  los gatos, una cotorrita, alguna parejita de pájaros y otros que se conforman con una jicotea o peces ornamentales.
Pero cuando se toman estas decisiones, es para de verdad atenderlos, quererlos y hacer por ellos todo lo que se requiere en cuanto a sus cuidados y alimentación. Estas personas a pesar de las dificultades alimentarias y la escases, son capaces de compartir su comida con ellos o hasta de dejar de comer antes de dejarlos sin alimentar, porque forman parte de sus vidas cotidianas, además de proporcionar afecto y seguridad.
Por ello cuando en casos de que enfermen sus dueños tienen que llevarles a algún centro hospitalario, como por ejemplo la Clínica Veterinaria de Carlos III, llegan a deprimirse y hasta llorar al ver las condiciones tan deplorables en las que tiene que trabajar el personal allí ubicado.
Por suerte, la buena atención llega a sustituir el mal aspecto y deterioro de la instalación, que no solo lo muestra en sus fachadas sino también en los cubículos donde son atendidos los animalitos, y donde debe  desenvolverse el personal médico.
En el país existen varias asociaciones de atención a las distintas especies, pero ninguna reclama al gobierno con seriedad que se acabe de restaurar ésta institución, por donde transitan y se instruyen alumnos de esta área de la medicina cubana. Su fachada lo dice todo y sus interiores, donde se labora con ahínco y profesionalidad lanzan un grito de apelación al arreglo de ventanas, luminarias y paredes, en fin de su remozamiento total. También que se provea de avituallamiento correspondiente para la atención como lo hay en la Clínica Almiquí, donde supuestamente asisten a la crema y nata de los apoderados cuando llevan a sus burguesas mascoticas.
En documentales que se exhiben por canales de la televisión, se conoce que  en todos los países hay diligencia en este sector, y se han creado  leyes protectoras hacia los animales que exigen la buena atención no solo a sus dueños, sino también que imponen requisitos  a propietarios particulares y estatales de clínicas de atención a  la fauna.
Esperemos que alguien se apiade de éste centro y no deje que se desmorone como otras edificaciones por falta de atención estatal, ya que constituye una de las edificaciones sociales más reconocidas del país.
Hará falta que los reporteros del programa “Cuba Dice” se dieran una vuelta por allí porque nuestras mascotas también tienen derecho.




Nota: enviado a la Primavera para su publicación.

Triste Destino.



Triste Destino.


Susana T. Más Iglesias, La Habana 23 de mayo de 2014.



Las imágenes hablan por sí solas, este es el producto del  desinterés e indiferencia de los dirigentes del país y los altos funcionarios que integran el sistema de salud en Cuba, hacia las instalaciones hospitalarias donde acuden los más pobres de la población de la ciudad.
 Estos son los restos, o más bien las ruinas de lo que fuera el Hospital Materno Infantil  
¨Lebredo¨, edificado para el beneficio de las pacientes gestantes y parturientas pertenecientes al municipio capitalino de  Arroyo Naranjo y otros cercanos.

La ineficiencia de supervisión y a la vez la falta de mantenimiento lograron que el esfuerzo de decenas de constructores que allí dejaron entre los cimientos su esfuerzo y sudor se convirtieran en un desastre de la medicina cubana.
De nada vale que el Sr. Roberto Morales Ojeda, ministro de Salud Pública de la nación, no haga referencia de ello en su participación en las sesiones de la 67 Asamblea  Mundial de la Salud que se celebra en Ginebra.

Allí no se hablará de los errores e ineficiencias del sistema y sus instalaciones, claro que no, pero sí se pronunció en contra del despilfarro en algunos países en lo que no aparece Cuba y de la famosa frase para endulzar a la audiencia que desconoce la verdad del país de ¨muera el hambre y no el hombre. Claro que desconoce que allí murió un hombre en  la tarea de rescatar escombros para reparar su vivienda.

No obstante sería muy apropiado que al regresar de su viaje, y poner la cabeza en su almohada, alguna vez piense en que éste hospital merece que  se le asigne un presupuesto para su restauración y bienestar de la población, porque al parecer, con el trascurso de los años, aquella zona ha quedado olvidada.
Basta  con solo dar un recorrido por esa área para ver que el Hospital ¨Julio Trigo¨ sigue los mismos pasos desdichados que ese Materno.





Nota: enviado a la Primavera para su publicación






Miseria Humana.

Miseria Humana.


Susana T. Más Iglesias, La Habana 21 de mayo de 2014.
Las carencias y pésima situación económica del país, aspectos que se fueron de las manos al gobierno de la isla desde su instauración, influyeron de una forma negativa en los ciudadanos que la habitan.
Algunas personas achacan las situaciones desagradables que suceden a que ¨la juventud está perdida¨ y  le critican la pérdida de valores éticos y morales. Otros, que por su edad vivieron la experiencia dentro de la pobreza en todos los mandatos que ejercieron en la isla, y clasifican a éste como el peor, expresan que hoy en día, a causa de las carencias generales que existen, tanto de productos industriales, del hogar,  alimentos y lo principal que es cómo poder resolver la necesidad habitacional, muchos individuos han degenerado sus valores, para convertirse en dignos representantes de la mezquindad y grotescos ejemplares de las peores aptitudes que pueda desarrollar el ser humano.
Una mayoría, por la imposibilidad de poder expresarse libremente, se dejan arrastrar por la codicia y odio que les provoca la impotencia; capaces de ambicionar lo que no poseen y hasta de querer privar de una vida por lo que legalmente no les toca, así sea a un familiar de primer vínculo sanguíneo. De estos ejemplos negativos está repleta la nación.
Evidentemente se han perdido los sentimientos, la honestidad y respeto hacia los demás. Se pueden observar lo mismo pésimos funcionarios gubernamentales, al igual que falsos intermediarios representantes de instituciones, empresas y hasta de religiones.
Se conoce con tristeza de algunos ejemplos, y uno muy verídico, como el caso que se expondrá de unos hermanos, donde uno de ellos fue capaz de desplegar la miseria humana de anhelar la muerte de su madre enferma, y en un acto de soberbia denunciar a voz de cuello ante un colectivo de personas que el otro hermano es opositor al sistema, con el afán de expulsarlo de la vivienda, la cual no necesita ni habita desde hace más de 30 años, aspirando a ser el único heredero del inmueble otorgado al padre de sus tres hermanos menores, para disponer de él, queriendo tomar el control de lo que no le pertenece aún y lucrar con dicha propiedad, olvidando el derecho de sus fraternos  y la permanencia del opositor, quien es el único responsable del cuidado y manutención de la anciana desde hace años.
Con desfachatez, mientras la nonagenaria luchaba por su vida, algunos familiares que nunca habían procurado una llamada telefónica como contacto de cariño o preocupación, revolotearon como auras tiñosas por la sala de urgencias del hospital, apetecían ya con cuál benefio se quedarían, pero como burla del destino, la viejita salió de ultratumba, mejoró, y ojos que te vieron ir, no te verán regresar…
Todos los carroñeros desaparecieron como por arte de magia, pero quedó la huella de la tristeza y decepción sentimental por parte de unos y la envidia de otros, que no conformes con la falta de  vergüenza, solicitaron dinero al hijo que vive fuera del país con el pretexto de que cuidarían a la enferma por unos días, porque ¨la cosa está mala¨.  Sin embargo al recibir el envío, sin ninguna diplomacia al cuarto día devolvieron a la anciana, depositándola como una ofrenda floral en su hogar con sólo 6 cajitas de jugos de $0.65 de CUC y un guineo patiseco, obtenido por faena religiosa.
Esto más que una historia verídica, parece un cuento de ofensa a la dignidad humana, pero para aquellos cercanos al caso, quedó como un incidente de sabor amargo.
Todo ello no es más que la consecuencias de la necesidad y calamidades que durante décadas ha enfrentado un pueblo teniendo que aprender a sobrevivir de alguna manera, así sea pisoteando la moral y decencia.








Desabastecimiento Inestable.



Desabastecimiento  Inestable.


Susana T. Más Iglesias, La Habana 22 de mayo de 2014
Al entrar a las tiendas recaudadoras, mercaditos o quioscos que expenden en CUC, se advierte la falta de variedad de abastecimiento en productos alimenticios que generalmente se ofertan al consumidor. Cada día se esfuman más productos a ofertar en la red comercializadora.  Por ejemplo, en estos momentos y desde hace más de un mes, se dificulta encontrar subproductos de pollo como hígado, molleja y pescuezo los que son de gran provecho en los hogares para elaborar sopas y arroz amarillo, variantes muy constantes en la mesa cubana.
La variedad de picadillos que antes se mostraba ahora es minúscula, al igual ocurre con la mantequilla y el yogurt, que generalmente nunca hay o es sustituida en ocasiones por la margarina, que también se pierde por semanas, pero en términos generales son numerosos los productos que ya no se en encuentran con facilidad en la red y menos a  precios módicos, al igual que escasean algunos formatos de galletas de producción nacional.
Así mismo sucede con los detergentes y jabones de lavar o fregar, no hay muchas opciones de marcas y precios. También en las áreas de perfumería se exhiben pocas marcas de esencias a precios accesibles, y ni hablar de la presencia de talcos, polvos faciales, mini dosis de decoloración y variedad en colores de tintes.
Pero lo que más mantiene alerta en estos momentos a nivel nacional a la población es la ausencia total del papel higiénico, por más de 15 días no se obtiene noticias de su abastecimiento y cuando salió a la venta en el mercado de Carlos III,  aquello era como una filmación de una trifulca social. La aglomeración, desorganización en la fila, discusiones y alteración fue tremenda, lo inimaginable, ya que es un producto de alta demanda  a pesar de que abunda más su despacho en las tiendas recaudadoras de divisa,  que en las de moneda nacional.
Sólo queda llegar a la reflexión de que la isla, dentro de muy poco, cuando llegue el fuerte verano, será el anfitrión de todas y cada una de las pandemias que aparezcan en el Caribe, pues no contamos con un abastecimiento estable de los productos de aseo más importantes para satisfacer a una ciudadanía que lucha contra enfermedades contagiosas y donde la higiene en términos generales es pésima, porque ha sido otro de los importantes aspectos que al gobierno se le fue de las manos poder conservar.
La isla cada vez se hunde más en la involución de todos los campos sobre todo en los de la economía y en el tecnológico y lo peor es que sus gobernantes, a pesar de estar conscientes de ello, no manifiestan afán para impedirlo. Con el curso del tiempo, volveremos a transitar por calles de tierra, nos vestiremos unos como esclavos y otros como colonos y las enfermedades aniquilarán poco a poco a sus habitantes.

Nota: enviado a la Primavera para su publicación