jueves, 29 de mayo de 2014

Desabastecimiento Inestable.



Desabastecimiento  Inestable.


Susana T. Más Iglesias, La Habana 22 de mayo de 2014
Al entrar a las tiendas recaudadoras, mercaditos o quioscos que expenden en CUC, se advierte la falta de variedad de abastecimiento en productos alimenticios que generalmente se ofertan al consumidor. Cada día se esfuman más productos a ofertar en la red comercializadora.  Por ejemplo, en estos momentos y desde hace más de un mes, se dificulta encontrar subproductos de pollo como hígado, molleja y pescuezo los que son de gran provecho en los hogares para elaborar sopas y arroz amarillo, variantes muy constantes en la mesa cubana.
La variedad de picadillos que antes se mostraba ahora es minúscula, al igual ocurre con la mantequilla y el yogurt, que generalmente nunca hay o es sustituida en ocasiones por la margarina, que también se pierde por semanas, pero en términos generales son numerosos los productos que ya no se en encuentran con facilidad en la red y menos a  precios módicos, al igual que escasean algunos formatos de galletas de producción nacional.
Así mismo sucede con los detergentes y jabones de lavar o fregar, no hay muchas opciones de marcas y precios. También en las áreas de perfumería se exhiben pocas marcas de esencias a precios accesibles, y ni hablar de la presencia de talcos, polvos faciales, mini dosis de decoloración y variedad en colores de tintes.
Pero lo que más mantiene alerta en estos momentos a nivel nacional a la población es la ausencia total del papel higiénico, por más de 15 días no se obtiene noticias de su abastecimiento y cuando salió a la venta en el mercado de Carlos III,  aquello era como una filmación de una trifulca social. La aglomeración, desorganización en la fila, discusiones y alteración fue tremenda, lo inimaginable, ya que es un producto de alta demanda  a pesar de que abunda más su despacho en las tiendas recaudadoras de divisa,  que en las de moneda nacional.
Sólo queda llegar a la reflexión de que la isla, dentro de muy poco, cuando llegue el fuerte verano, será el anfitrión de todas y cada una de las pandemias que aparezcan en el Caribe, pues no contamos con un abastecimiento estable de los productos de aseo más importantes para satisfacer a una ciudadanía que lucha contra enfermedades contagiosas y donde la higiene en términos generales es pésima, porque ha sido otro de los importantes aspectos que al gobierno se le fue de las manos poder conservar.
La isla cada vez se hunde más en la involución de todos los campos sobre todo en los de la economía y en el tecnológico y lo peor es que sus gobernantes, a pesar de estar conscientes de ello, no manifiestan afán para impedirlo. Con el curso del tiempo, volveremos a transitar por calles de tierra, nos vestiremos unos como esclavos y otros como colonos y las enfermedades aniquilarán poco a poco a sus habitantes.

Nota: enviado a la Primavera para su publicación




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