Desabastecimiento Inestable.
Susana T. Más Iglesias, La Habana 22 de mayo de 2014
Al entrar a las tiendas
recaudadoras, mercaditos o quioscos que expenden en CUC, se advierte la falta
de variedad de abastecimiento en productos alimenticios que generalmente se
ofertan al consumidor. Cada día se esfuman más productos a ofertar en la red
comercializadora. Por ejemplo, en estos
momentos y desde hace más de un mes, se dificulta encontrar subproductos de
pollo como hígado, molleja y pescuezo los que son de gran provecho en los
hogares para elaborar sopas y arroz amarillo, variantes muy constantes en la
mesa cubana.
La variedad de
picadillos que antes se mostraba ahora es minúscula, al igual ocurre con la
mantequilla y el yogurt, que generalmente nunca hay o es sustituida en
ocasiones por la margarina, que también se pierde por semanas, pero en términos
generales son numerosos los productos que ya no se en encuentran con facilidad en
la red y menos a precios módicos, al
igual que escasean algunos formatos de galletas de producción nacional.
Así mismo sucede con
los detergentes y jabones de lavar o fregar, no hay muchas opciones de marcas y
precios. También en las áreas de perfumería se exhiben pocas marcas de esencias
a precios accesibles, y ni hablar de la presencia de talcos, polvos faciales,
mini dosis de decoloración y variedad en colores de tintes.
Pero lo que más
mantiene alerta en estos momentos a nivel nacional a la población es la
ausencia total del papel higiénico, por más de 15 días no se obtiene noticias
de su abastecimiento y cuando salió a la venta en el mercado de Carlos
III, aquello era como una filmación de
una trifulca social. La aglomeración, desorganización en la fila, discusiones y
alteración fue tremenda, lo inimaginable, ya que es un producto de alta
demanda a pesar de que abunda más su
despacho en las tiendas recaudadoras de divisa,
que en las de moneda nacional.
Sólo queda llegar a la
reflexión de que la isla, dentro de muy poco, cuando llegue el fuerte verano,
será el anfitrión de todas y cada una de las pandemias que aparezcan en el
Caribe, pues no contamos con un abastecimiento estable de los productos de aseo
más importantes para satisfacer a una ciudadanía que lucha contra enfermedades
contagiosas y donde la higiene en términos generales es pésima, porque ha sido
otro de los importantes aspectos que al gobierno se le fue de las manos poder conservar.
La isla cada vez se
hunde más en la involución de todos los campos sobre todo en los de la economía
y en el tecnológico y lo peor es que sus gobernantes, a pesar de estar
conscientes de ello, no manifiestan afán para impedirlo. Con el curso del
tiempo, volveremos a transitar por calles de tierra, nos vestiremos unos como
esclavos y otros como colonos y las enfermedades aniquilarán poco a poco a sus
habitantes.
Nota: enviado a la Primavera para su publicación
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