Incompatibilidad de precios con la calidad
Susana T. Más Iglesias, La Habana 4 de
enero de 2013.
A
las mujeres y más las latinas, siempre les ha gustado presumir un toque de femineidad
y sexapil, pero a las cubanas se les pudiera dar un gran premio por su preferencia en lucir bien desde
muy temprano en la mañana y a toda hora del día, a pesar de que cada día se dificulta
más la adquisición de casi todos los productos para el embellecimiento por los
altos precios de los mismos.
Uno
de los aspectos que más se observa, incluso en mujeres mayores que peinan canas, es la pretensión por mantener
sus uñas arregladas, sobre todo las de las manos. Y las jóvenes como es lógico no se quedan atrás,
teniendo en cuenta que son menos conservadoras de las viejas costumbres y se han
dejado arrastrar por la evolución de la
moda y acceder a las postizas, que resguardan aún más la uña natural y que
a la vez el arreglo se torna más duradero.
Pero
aprovechando el éxito de venta, cada día suben más los precios de pinturas y esmaltes
para uñas aunque ellos sean de producción nacional. Los precios comenzaron oscilando entre $0.65 y $0.95 en
CUC, ahora han subido desde $0.95 hasta $1.10 CUC o más (equivalente a un
paquete de picadillo) y con pésima calidad como por ejemplo el brillo de
escarcha plateado, que al aplicarse después del esmalte o pintura en vez brillar,
opaca y de manera desmedida, lo que
evidencia la falta de algún componente en su elaboración.
No
es razonable que si ese producto es fabricado en empresas de perfumería
nacionales, los precios varíen constantemente y las calidades de los mismos vayan
en detrimento de quienes lo consumen, que además reciben su salario en una
moneda que después tienen que convertir para poderlo comprar. ¿Ya no existen controladores
de la calidad?
Fabulosa
es la iniciativa de crear una variedad de colores vivos acorde con las
características de nuestro país tropical y por consecuencia la aceptación de la
población femenina, pero quienes establecen esos precios no analizan quizás que
muchas féminas con deseos de comprar varios ejemplares de distintos colores y
tenerlos en casa para variar. Al sacar la cuenta de lo que puede costar, solo pueden
adquirir dos o tres, ya que hay que dar prioridad a otros artículos necesarios en el
hogar.
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