jueves, 19 de junio de 2014

Inducción a la Indisciplina.

Susana T. Más Iglesias, La Habana 9 de junio de 2014.

No hay que ser un profundo analista para suponer que la falta de abastecimiento de productos en la red mayorista del país, tanto en CUC, como en CUP, es deprimente, lo que arrastra como consecuencia, que al aparecer las mercancías de forma intermitente y en pocas cantidades en algunas de las tiendas sobre todo en la ciudad, lo que incita es a la indisciplina social y provoca a la vez que se estimule las pretensión de acaparamiento por parte de algunas personas, las cuales se apoderan de los productos en grandes cantidades, y después los venden a precios excesivos.
Con un abastecimiento permanente y estable, se evitarían largas colas en las cuales estos individuos marcan generalmente desde la noche, para asegurar su compra y/o revender los turnos o artículos. Esto deviene en otra viveza por dónde el ciudadano busca la alternativa de ganar unos pesos más que lo ayuden en su subsistencia. Pero no por ello deja de ser una indisciplina criticable en la que incurren gran cantidad de personas.
Se aboga por el rescate de los valores éticos para erradicar las indisciplinas sociales, pero lo fundamental es evitar que se propicie la oportunidad. Son los directivos abastecedores los responsables de coordinar y tener en cuenta cómo está el comportamiento del desabastecimiento en las tiendas y mercados  donde acude la población, para buscar las soluciones inmediatas para que ello no suceda y menos con carácter repetido.
En estas desagradables colas o filas como algunos llaman, una discusión por un turno, se sabe cómo empieza, pero no como termina. Generalmente tienen que intervenir representantes de la autoridad, casi siempre demasiado tarde y hasta llega a terminar en situaciones desagradables que van más allá de una simple discusión.
Evítese pues, con una buena previsión y organización en el abastecimiento de las tiendas la inducción a las malas conductas.






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