Aumento de
Indisciplinas Sociales.
Susana T. Más Iglesias, La Habana, 20 de septiembre de 2015.
El aumento de las indisciplinas
sociales en la isla se ha hecho notar en grandes proporciones desde los meses
de verano y por tanto en el marco de las vacaciones y actividades que fueron programadas para el
disfrute del pueblo y especialmente de los estudiantes.
En la jornada carnavalesca celebrada
en la capital fue bastante difícil mantener el orden y aquellas personas que
fueron con el ánimo de divertirse y disfrutar del espectáculo de carrozas y
comparsas no pudieron lograrlo.El primer día fue desastroso, a pesar de que se advirtió a la
población lo que no debe portar en las celebraciones. Tristemente los
directivos del espectáculo de la comparsa
y carroza de la FEU
tuvieron que hacer un llamamiento a la disciplina de algunos presentes para poder
desarrollar su coreografía después de tantos días de ensayos.
Hace pocos días varios cantantes
ofrecieron un recital en un barrio del municipio Plaza llamado “La Dionisia”,
el cuál no pudo terminar como estaba previsto, porque personas mal
intencionadas no supieron respetar a los artistas ni a las espectadores que allí
participaban de un concierto.
Es alarmante incluso conocer de casos
de violencia sucedidos en zonas de playas, por la agresividad que se advierte en las calles, colas,
paradas de ómnibus
etc.
Unos dicen que los jóvenes, pero al notar
diversos comportamientos negativos, se puede fácilmente ver que en la falta de respeto, indolencia, pésimos
hábitos de comportamiento social y expresiones desagradables también están
incluidos individuos de ambos sexos que sobrepasan la edad juvenil.
Nuestra sociedad está pasando por un
retroceso social alarmante y con el cuál hay que comenzar a trabajar en los
hogares y centros estudiantiles o laborables y en los proyectos de las comunidades, porque para
cualquier persona es de mal gusto ir con su familia o acompañado de algún amigo y escuchar obscenidades y malas palabras que se expresan
sin pudor alguno en alta voz, sin importar que quienes los escuchan puede ser
una anciana, una joven o un niño que va de la mano de su padre, quien por evitar conflictos mayores debe disimular y
desviar la atención del mal proceder.
Los conceptos de respeto, armonía,
decencia y consideración se han esfumado
del hábito siempre gentil de la ciudadanía. Las malas palabras vuelan bien alto
en cualquier lugar y hasta forman parte de determinadas formas de saludo; la
cortesía está en extinción y este comportamiento no distingue entre razas,
sexos o edades.
Dentro de los cambios que necesitamos
todos para vivir a pesar de las dificultades y necesidades que tiene el país,
no solo están las reclamaciones al gobierno de la debida atención a las
instituciones o sistemas de atención públicas, es necesario crear campañas de
llamamiento al orden y comportamiento social, para llegar al rescate de los
valores que siempre demostró el
pueblo cubano, sin importar las inclinaciones políticas o sectores poblacionales. Caminar por cualquier barrio,
arribar a un transporte o permanecer por
varios minutos en una espera es
casi imposible sin escuchar o ver alguna obscenidad que nos cause malestar.
Se necesita más promoción al rescate
de los principios de valores éticos y morales dentro de la población, para que
todos podamos disfrutar de los posibles cambios que se avecinan, ya que la
superación educacional y buenas costumbres no está en aprender un idioma, sino
en hablar el nuestro con corrección y manifestar cortesía hacia los demás.
susana.mas24@yahoo.com
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