jueves, 8 de octubre de 2015

Para aquellos que leen mi blog.

Susana T. Más Iglesias, La Habana 28 de septiembre de 2015.

En mis narraciones, de acuerdo a las experiencias vividas en mi estancia en la República de Perú, visité algunas municipalidades que despertaron la necesidad de narrar “Mis experiencias por Perú”. No pretendo exagerar las rutinas que allí viví y todo cuanto conocí de primera mano y en vivo, en la comunicación con  la población.
Evidentemente todo no es color de rosa en la realidad que allí se vive. Perú, como otros países, presenta también problemas sociales, económicos y políticos; pero su población e instituciones tienen el derecho y la posibilidad de reclamar al gobierno y sus mandatarios sin que sean reprimidos ni apresados por expresar su sentir. Se respeta la libre expresión y hasta se toman en cuenta las propuestas e iniciativas de los ciudadanos.
Lo que expreso en “Mis Experiencias…” no es más que la realidad vivida en unos escasos días, que me permitieron intercambiar opiniones y criterios con personas de diversas capas sociales, incluso con mujeres pequeñas empresarias de un pueblo donde aún se revela la pobreza, pero donde los individuos buscan soluciones para el mejoramiento de su comunidad y tienen el apoyo por parte de fundaciones e instituciones no gubernamentales, a lo que no se opone el gobierno.
Lo que cuento es lo vivido y visto con mis propios ojos, lo que pude obtener con preguntas  que formulé a ciudadanos que hablaron sin temor de lo bueno, lo malo y lo que opinan de su país.
No falta el valor por parte de los peruanos  para responder con transparencia y honestidad  a las preguntas de cualquier persona sea turista o no, y lo hacen con gran desenvoltura y conocimiento del tema que se les pregunte, porque simplemente saben que no son perseguidos, cuestionados o vigilados, cuanto mucho menos reprimidos por expresar sus ideas. La mayor parte de la población tiene un amplio conocimiento en términos generales hasta de deportes, que a mi entender forma parte de su amplia cultura, la cual prevalece y se trasmite de una generación a otra. No importa el nivel profesional u oficio de las personas, con un taxista puede Ud. corroborar el dominio  en cuanto al acontecer mundial.
Perú, como todos los países, posee problemas relacionados con la economía, salud, educación y política, pero con los análisis y determinaciones del gobierno, instituciones y las ONG existentes, en conjunto con la ciudadanía,  logran  encontrar  estándares beneficiosos que pueden dar solución o aliviar las situaciones que afectan a la ciudadanía: se presta oídos a las opiniones de todas las esferas de la sociedad: la pobre, media y alta; de lo contrario  no fuera una nación, sino un paraíso terrenal donde existieran las hadas para solucionar  con su vara mágica las dificultades a resolver.
Creo que todo ser humano tiene derecho a demandar del gobierno que lo representa  la atención a sus mejorías en cuanto a calidad de vida, en lo que está implicado obligatoriamente la atención pública.
En ese país andino, la juventud expresó su desacuerdo con la ley de implantación del Servicio Militar, la cual mediante campañas avaladas por fuertes argumentos, se logró echar atrás. A la vida militar va quien lo desee  conforme con su voluntad de servir en el ejército.
Como esa, muchas otras situaciones son reclamadas por el pueblo, las que se analizan profundamente por el gobierno y se le da la solución más acertada o no. Aunque no siempre la ciudadanía tiene la razón, ni logra lo que solicita, al menos es escuchada.
Creo apropiado hacer esta aclaración, ya que solo estuve en unas pocas municipalidades, por lo que no viajé todo el Perú, pero sí tengo nociones de cómo funcionan las cosas por allá.
Los periodistas no son asediados ni perseguidos, mucho menos cuestionados, todos tienen vía libre para expresar en sus trabajos lo que deseen: reclamos, denuncias, noticias sociales, políticas etc. Por suerte tuve la dicha de visitar el Diario “Altavoz” y conocer cómo se trabaja en una redacción donde el colectivo es joven, con gran entrenamiento, sobre todo muy fusionado y que cuentan con el apoyo de su director, siempre dispuesto a cooperar con sus iniciativas en todo momento junto a su colectivo.
Y todas estas cosas tan sencillas, pero a veces difíciles de lograr, es lo que quisiera para mi país. Que no se tomen medidas arbitrarias que puedan limitar el desarrollo de la nación y su ciudadanía, que las opiniones de las personas sean escuchadas y las solicitudes analizadas.
Anhelo que Cuba sea un país funcional, con dirigentes desde la base que gocen de honestidad y transparencia, lejanos de ser seducidos por la corrupción y traición, sin doble moral, que sus habitantes deseen quedarse a ayudar a reconstruirlo, en vez de desear enloquecedoramente abandonarlo.
Para lograr el bienestar de un país es necesario el sacrificio, la honradez y sobre todas las cosas albergar en el corazón un gran sentimiento patriótico.






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