Pasó al
olvido…
Susana T.Más Iglesias, La habana 19 de septiembre de 2015.
La barbería “Radiocentro”,la cuál
tiene exisitencia desde los inicios del antiguo canal televisivo CMQ , sin
explicación alguna no forma parte del patrimonio histórico del país. Hoy no es
más que un local más, de los tantos arrendados por el Estado para brindar servicios a la
polación. Gracias que el Instituto Cubano de Radio y Televisión, ICRT lo acogió como espacio de la institución
y su colectivo compuesto de
barberos, peluqueras, y una manicure han podido continuar desarrollando
su labor.
Esta barbería está enmarcada en el ángulo
del pasillo entre el ICRT y la cafetería “La Arcada” en la calle M del Vedado, que además también
tiene entrada por la calle
23.
Muchas personas de la tercera edad recuerdan que era un pequeño pero acogedor salón de belleza donde acudían las grandes
figuras de la canción y galanes de novelas y programas de la época como Rolandito Barral, Julito Martínez, Ramoncito Velóz,
Enrique Almirante, Luis Alberto Ramírez, Alejandro
Lugo y otros, que por ende lograban la
frecuente visita de jóvenes que portaban autógrafos, (libro pequeño,
preferiblemente de color rosado y
rectangular con bonita portada y numerosas hojas), para que sus artista
predilectos les estamparan alguna frase agradable y su firma, esa era la constancia
de haberles conocido personalmente).
También afamados cantantes, directores y vestuaristas,
diseñadores de moda y locutores pasaban puntualmente a solicitar los distintos
servicios que allí se ofertaban.
Durante los primeros años de
inaugurado el lugar, las paredes
de este recinto estuvieron adornadas con
fotos de grandes de la pantalla chica
como Benny Moré, Rosita Fornés, Enrique Santiesteban, Bola de Nieve,
Fernando Alvarez, Armando Soler, Rita Montaner, Germán Pinelli, Odalys Fuentes, Enrique
Arredondo, Raquel
Revuelta, y otros.
Al triunfar la revolución en el año 1959, ese salón tuvo la premicia de ser
visitado por los llamados barbudos, militares del Ejército Rebelde que bajaron
triunfantes de la Sierra Maestra, fue en ese lugar donde rasuraron sus barbas y
dieron cortes a sus largos cabellos. Allí también se brindaba servicios
faciales y por algunos años se mantuvo
un relojero en el pasillo que pertenecía a la barbería, el cual brindaba
servicios de reparación.
La permanencia por años y su historia es suficiente para mantener una condición
única y relevante como centro patrimonial, respaldado
por la empresa que corresponde, pero no ha sido así.
Incluso en los últimos años de vida
del gran compositor e
intérprete Francisco Repilado conocido por Compay Segundo, se hizo notar su
asistencia al lugar requiriendo siempre el servicio de su barbero Reynaldo
Luis, al que cariñosamente se le decía Rey y que también pelaba al simpático humorista
Antolín el Pichón.
Con el paso del tiempo y las restructuraciones
estatales, este local inicialmente pasó a ser atendido por la Empresa de
Servicios del Municipio Plaza, pero en los últimos años, al aprobarse la ley de
cuentapropismo, esa
instancia dejó de atenderles y cedió dicho espacio que con
gusto asumió el ICRT, pero éstos trabajadores de la barbería deben abonar una suma monetaria por concepto de arrendamiento del local para poder laborar en el mismo; independientemente del pago de sus licencias y la compra
de los productos en el mercado minorista, sumándole la responsabilidad de reparación,
higienización y embellecimiento del lugar que corre por ellos a un costo
bastante elevado.
Al parecer a los historiadores se les fue de la mano
que este centro guarda en sus paredes innumerables recuerdos sobre la presencia
allí de personalidades de la cultura cubana y del gobierno.
Esta barbería que tantas bellas anécdotas e historias encierra, pasó al olvido, pudiendo ser un centro más
perteneciente al patrimonio de la isla.
susana.mas24@yahoo.com
http://losporquedesusana.blogspot.com
http://twiter/coky24i
P/D enviado a ICLEP para evaluación y posible
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