martes, 22 de abril de 2014

Mentiras o criterio equívoco.

Mentiras o criterio equívoco.
Susana T. Más Iglesias, El Vedado, La Habana.

Los medios nacionales anuncian con orgullo que Cuba se encuentra entre los países más avanzados en la enseñanza primaria y de nivel medio. Para acreditar dicho tema, el Noticiero Nacional de Televisión mostró diversas imágenes fílmicas donde se pudo ver a alumnos y profesores en las aulas. Pero también hubo detalles que se les escaparon a los que se ocuparon de la edición del reportaje: asientos rotos, paredes faltas de pintura, pizarras en mal estado.
Entre los maestros cunde el desencanto. Es evidente que la deserción de los maestros en algunas escuelas se hace notar, sobre todo en las asignaturas de computación e inglés.
En cuanto a la computación, no existe gran problema, pues en esa edad, los niños se desenvuelven con destreza en cuanto se sientan por primera vez delante de una computadora, así sea, la de un amiguito o un familiar. Pero no sucede lo mismo con el idioma: para aprender es imprescindible la intervención de un profesor.
Cuando se instauró por decisión estatal el estudio del idioma ruso en Cuba, siempre se garantizó que no faltaran los profesores para esa lengua. Pero con el inglés no sucede lo mismo. Quien lo quiera aprender de verdad, debe poner todo su empeño, además de rogar que el profesor no abandone el curso a mitad de camino.
¿De dónde salió tal evaluación de que Cuba está entre los primeros en el mundo, cuando ni siquiera en las escuelas se puede garantizar la permanencia de los maestros durante todo un curso, y entre los maestros que quedan, tienen que cubrir distintos grados para no atrasar la instrucción?
¿Cómo es posible que sin tener vía libre a Internet, puedan los niños y jóvenes estudiantes conocer e investigar determinados temas y poder competir con el conocimiento de otros que tienen mejores opciones de búsquedas?
Por ejemplo, estudiantes de Bolivia, Ecuador y Costa Rica, por solo mencionar algunos de Latinoamérica, que viven en zonas intrincadas y hasta en la selva, poseen laptops propias y tienen acceso a Internet. Ellos pueden desplegar las investigaciones que deseen, tanto en materias de estudios, como en conocimiento de otras culturas, juegos, etc.
Las escuelas cubanas casi todas presentan problemas con el deterioro de pupitres, puertas, ventanas, instalaciones sanitarias e iluminación. Los municipios de Educación nunca pueden resolver estos problemas, lo que trae como consecuencia que los directores de las escuelas se vean en la obligación de pedir ayuda a los padres para enmendar mediante colectas de moneda convertible lo que no cumplimenta el Estado.
Para Cuba actualidad:


P/D Enviado a La Primavera Digital para su publicación

Lo que Necesita el Pueblo.

Lo que Necesita el Pueblo.
Susana T. Más Iglesias, La Habana 15 de abril de 2014

Los comentarios de personas que arriban al país ya sea de visita, cumplir misión internacionalista, o porque retornan de un contrato de trabajo, aunque no lo deseen tienen que manifestar su admiración por la diferencia de la vida en cualquier país, aunque pertenezca al tercer mundo, comparado con Cuba. Quedan perplejos ante el desarrollo en todos los campos y esferas, la abundancia de productos y la libertad con que desarrollan todos y cada uno de los oficios que existen.
Nuestro pueblo necesita que se liberen una serie de medidas y regulaciones que solo sirven de traba al desarrollo del país y  al acceso a puestos laborales a los que se pudieran insertar, para no vagar en el mar de desempleo que existe, algunos se dejan arrastrar hacia la mala vida, el alcoholismo y otros vicios, pero otros en su afán de subsistir se lanzan, sean jóvenes o no, profesionales o de oficio a buscar nuevas opciones que les permitan aumentar su nivel económico de la manera que sea: venden maní o cualquier otra chuchería, trabajan en paladares por horas, recolectan materia prima, o sirven de parqueador de autos o mandaderos con tal de ganarse unos quilos más.
La vida en la isla cada vez se torna más difícil y burlona, por una parte se habla del estudio de subir los salarios, y por otra lo que en realidad suben son los precios  de los productos básicos como en el caso de la leche,  la cual no todos tienen la posibilidad de comprar una bolsa mensual. Es una acción burlesca que sumerge en la mayor depresión a cualquiera.
Lo que  se requiere es de un estudio que beneficie a la mayor parte de la población, a aquellos que sus salarios están por debajo de los $12.00 CUC, y que a pesar de ello tiene hijos menores a su abrigo a los que tienen que proveer no solo de alimentos, sino de calzado, ropas, útiles escolares y suplir otras necesidades, obviando los casos en que también tienen que administrarles medicamentos de manera continua.
Tal vez si los precios en los mercados agropecuarios, farmacias, tiendas de calzado, ropa  y otros productos no fueran tan altos, y los impuestos no subieran cada cierto tiempo, el nivel de  vida fuera más llevadero, y se pudiera asimilar con  los salarios  que perciben  las personas por lo que se proporcionaría  la posibilidad de  balancear las necesidades a cubrir por parte de los ciudadanos.
Nuestro pueblo necesita dirigentes ejemplares  que no valoren el precio de  vida por la que llevan ellos, sino por la que se rige el mayor  por ciento de la población; que más que apoyada se siente condenada, defraudada y sin derecho a que se tomen en cuenta sus criterios.
Se necesita urgente de una democracia honesta y diáfana que permita a los ciudadanos del país reconstruir la isla y recuperar algo de los valores perdidos, sobre todo el amor a la Patria en que nacieron, y no un hostigamiento que los obligue a emigrar al exilio huyendo de la pobreza y la represión.
Eso es lo que el pueblo necesita.

P/D

Enviado a La Primavera Digital para su publicación.

Carencia de Tacto y Profesionalidad.

Carencia de Tacto y Profesionalidad.

Susana T. Más Iglesias, La Habana 4 de abril de 2014.

No siempre los televidentes que acostumbran  informarse por medio del Noticiero Nacional de Televisión quedan complacidos con las noticias, debido a que los reportajes de actualidad mundial acaparan el mayor tiempo y  no dejan mucho margen para las informaciones sobre lo que acontece en el país, las que en verdad se esperan con  interés por la ciudadanía. Muchas se quedan sin exponer  y otras, por su connotación, llegan a  causar espanto.
En la edición Estelar del día 17 de marzo, se mostraron imágenes correspondientes a  la Unidad de Flora y Fauna que radica en Yaguajay, Villa Clara, centro donde afluye gran cantidad de turistas procedentes principalmente de Canadá y Francia, a los cuáles les ofrecen  dentro de los diversos entretenimientos, el de participar como observadores de la tradicional y antigua  pelea de gallos.
Esta opción exclusiva sólo se brinda al turista extranjero, ya que para los nativos está contemplada entre los juegos ilícitos. Mucho más alarmante es dar a conocer que quien auspicia la actividad sea una institución estatal, ya que esto establece una contradicción con la ley que sanciona estas actividades.
No se entiende qué tipo de atracción pueda tener ver a dos inofensivos animalitos que por su naturaleza no son agresivos, pero que el hombre, con el afán de lucro, los entrena para causar deleite y sustraer dinero en la muestra de un show sangriento, esto solo puede ocurrírsele a una mente retorcida. Dicha acción es tan brutal como la pelea de perros, a nadie se le ha ocurrido poner en práctica el entretenimiento con animales peligrosos como cocodrilos, serpientes u otros que ofrecen más riesgos y donde de verdad pase apuros el entrenador.
Es aterrador que a los turistas visitantes se les ofrezca como atracción semejante barbaridad, la que va contra los principios del ser humano, cuando en todos los países se protege a los animales con leyes rigurosas para sancionar a los dueños si es preciso. En qué escala de ejemplo humano quedan los rasgos de comportamiento y educación como enseñanza a las generaciones que vienen creciendo.
La violencia no debe ser permitida y menos cuando afecta a los ciudadanos y el país, la misma, con autorización institucional no hace más que incentivar el terror que no solo amenaza a animales, sino que siembra el desamor hacia el prójimo y lo impulsa a las barbaridades que hoy en día se ven en las denuncias de violencia doméstica y hacia opositores del gobierno.
El derecho a la paz, tranquilidad y el respeto no sólo es merecido por los seres humanos, sino también por los animales que integran nuestra fauna, a quienes cuando tenemos como mascota en el hogar los cuidamos y asumimos como integrantes de la familia, o los criamos como fuente de alimentos sin necesidad de maltratarlos.
Es de esperar que los editores de la televisión no vuelvan a cometer el error de exhibir materiales fílmicos donde se  sitúe al cubano como un ente brutal y sanguinario que por tal de embelesar y atraer al turismo, es capaz de mostrar la peor imagen de su cultura.



Enviado a la Primavera para su publicación.

Apatía en Gestión de Ventas
Susana T. Más Iglesias, La Habana 15 de abril de 2014.

La ciudadanía cubana, a pesar de confrontar problemas económicos para conseguir productos básicos para el hogar, ya sean comestibles o de otro tipo, con reiteración tiene que resistir en las tiendas (lo mismo de divisa que  de moneda nacional)  la apatía de algunos dependientes o dependientas.
Esto sucede casi  de manera general, y aunque exista el producto o tal vez casi esté a minutos de ser abastecido desde el almacén, casi disfrutan en decir que no lo hay, que está perdido o en falta. Sobre todo si va a comprar calzado o alguna otra prenda, el trabajador que está detrás del mostrador para brindar un servicio a la población, en vez de efectuar la gestión de búsqueda para que el cliente logre obtener lo que desea y a la vez quede complacido, pues  hacen todo lo contrario; con mala cara y pocos deseos de realizar su faena, se deshacen con facilidad de tal responsabilidad, diciendo que el número o talla que se les pide no lo tienen en existencia,  o con poca ética expresan que es de mala calidad, que no vale la pena su compra, también existe la eventualidad que  después de mirar a la persona de arriba abajo, si no lo ve cargado de prendas o con una vestimenta de perfil caro,  le espeta sin el más mínimo recato y  educación- ¨Eso es caro!...¨
Con esto hay que tener la psicología necesaria para saber que cuando expresan esa frase, no siempre lo hacen con la intención de ayudar al cliente, sino de mantener la conversación telefónica o postura cómoda y deshacerse del comprador lo más rápido posible.
Tal vez si esos gestores comerciales  devengaran un  salario por lo que venden, y ello  influyera en la manera de pago, de seguro procurarían ganar la atención hasta de los transeúntes, como lo hacen cuentapropistas y vendedores ambulantes, quienes muestran la mercancía, expresan la calidad y variedad de colores o usos y llegan en ocasiones a lograr vender, o atraer no solo al turista, sino también a cualquier otra persona, sólo por la amabilidad que muestran en su encomienda.
Sin embargo aún  existen muchos trabajadores que muestran su profesionalidad ante el comprador y se esmeran  en desarrollar su gestión de venta.
La supervisión  en los establecimientos de comercio no solo debería consistir en  inspecciones y auditorías, sino también en rehabilitar el hábito perdido de hacerles recordar cómo se trata al cliente, sea joven, viejo, negro, blanco, con apariencia de pudiente o no. De todas maneras con una buena atención de seguro obtendrán la simpatía y tal vez su propinita que a todos les gusta dar, aunque después la necesiten para completar para obtener  algo más.

P/D

Enviado a La Primavera Digital para su publicación