martes, 22 de abril de 2014

Lo que Necesita el Pueblo.

Lo que Necesita el Pueblo.
Susana T. Más Iglesias, La Habana 15 de abril de 2014

Los comentarios de personas que arriban al país ya sea de visita, cumplir misión internacionalista, o porque retornan de un contrato de trabajo, aunque no lo deseen tienen que manifestar su admiración por la diferencia de la vida en cualquier país, aunque pertenezca al tercer mundo, comparado con Cuba. Quedan perplejos ante el desarrollo en todos los campos y esferas, la abundancia de productos y la libertad con que desarrollan todos y cada uno de los oficios que existen.
Nuestro pueblo necesita que se liberen una serie de medidas y regulaciones que solo sirven de traba al desarrollo del país y  al acceso a puestos laborales a los que se pudieran insertar, para no vagar en el mar de desempleo que existe, algunos se dejan arrastrar hacia la mala vida, el alcoholismo y otros vicios, pero otros en su afán de subsistir se lanzan, sean jóvenes o no, profesionales o de oficio a buscar nuevas opciones que les permitan aumentar su nivel económico de la manera que sea: venden maní o cualquier otra chuchería, trabajan en paladares por horas, recolectan materia prima, o sirven de parqueador de autos o mandaderos con tal de ganarse unos quilos más.
La vida en la isla cada vez se torna más difícil y burlona, por una parte se habla del estudio de subir los salarios, y por otra lo que en realidad suben son los precios  de los productos básicos como en el caso de la leche,  la cual no todos tienen la posibilidad de comprar una bolsa mensual. Es una acción burlesca que sumerge en la mayor depresión a cualquiera.
Lo que  se requiere es de un estudio que beneficie a la mayor parte de la población, a aquellos que sus salarios están por debajo de los $12.00 CUC, y que a pesar de ello tiene hijos menores a su abrigo a los que tienen que proveer no solo de alimentos, sino de calzado, ropas, útiles escolares y suplir otras necesidades, obviando los casos en que también tienen que administrarles medicamentos de manera continua.
Tal vez si los precios en los mercados agropecuarios, farmacias, tiendas de calzado, ropa  y otros productos no fueran tan altos, y los impuestos no subieran cada cierto tiempo, el nivel de  vida fuera más llevadero, y se pudiera asimilar con  los salarios  que perciben  las personas por lo que se proporcionaría  la posibilidad de  balancear las necesidades a cubrir por parte de los ciudadanos.
Nuestro pueblo necesita dirigentes ejemplares  que no valoren el precio de  vida por la que llevan ellos, sino por la que se rige el mayor  por ciento de la población; que más que apoyada se siente condenada, defraudada y sin derecho a que se tomen en cuenta sus criterios.
Se necesita urgente de una democracia honesta y diáfana que permita a los ciudadanos del país reconstruir la isla y recuperar algo de los valores perdidos, sobre todo el amor a la Patria en que nacieron, y no un hostigamiento que los obligue a emigrar al exilio huyendo de la pobreza y la represión.
Eso es lo que el pueblo necesita.

P/D

Enviado a La Primavera Digital para su publicación.

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