jueves, 21 de agosto de 2014

Sí funciona.

Sí funciona.






Susana T. Más Iglesias, La Habana 3 de agosto de 2014.

Algunos ciudadanos ponen en duda el impacto del trabajo de la prensa independiente, más cuando éstos desconocen el verdadero objetivo de artículos que informan deficiencias, malos tratos o denuncias de hechos dentro del país que perjudican a la ciudadanía. Existen otros que al no querer quitarse la venda de sus ojos y apoyar al sistema, simplemente subvaloran la existencia e impacto de este trabajo, por lo que  tildan a los periodistas independientes de gusanos o de locos.
Pocos ven esta proyección como un trabajo benéfico de ayuda a todos los que viven a lo largo y ancho de la isla y reconocen que estar dentro de este medio, es digno de meritar, ya que para ser periodista no oficialista  hay que tener algo valor y mucho de voluntad  cuando se vive en un país como Cuba.
A las cosas se les debe llamar por su nombre; mas si todos fueran capaces de asumir su responsabilidad como ciudadanos y exigir sus derechos, la población no transitara por tantas vicisitudes. Pero para ello es primordial conocer la Constitución y hay quien ni sabe qué cosa es, ni de qué se trata. Cuando un corresponsal independiente lanza un artículo de opinión y cita las deficiencias o negligencias, enseguida la prensa nacional y medios de difusión,  lo tratan de descartar y ofrecen al televidente o lector una panorámica distinta de lo planteado o lo trata de  resolver  de manera rápida.
En artículo anterior se criticó la falta de instalación de puntos de ventas gastronómicos en pleno verano en área determinada del Vedado que siempre se vio favorecida para brindar servicios a los vacacionistas y pueblo en general desde finales del mes de junio hasta casi mediados de septiembre. Quioscos y restaurantes con aceptables ofertas en ambas monedas engalanaban el área del llamado Maine.
Este año comenzaron a instalar  esos puntos de venta, de modo relámpago a finales de julio, es decir, casi solo para acallar el señalamiento de los corresponsales independientes y cubrir el poco tiempo de celebración de los carnavales. Tal vez el proyecto estaría concebido, pero su puesta en función estuvo bastante demorada, privando así que los interesados pudieran contar con las ofertas de los quioscos desde el inicio del verano.
Lo mismo sucede cuando la población se queja del  peso de los productos, o de lo malo de las instalaciones escolares, hospitalarias etc.  Basta que algún comunicador no oficialista exponga un trabajo que censure una situación o hecho, que a los pocos días exhiben un reportaje en el noticiero a cerca de ese mismo tema, como justificando o exponiendo el hecho  para que la negligencia no haga eco entre los habitantes.
Por ello hay que reconocer que el trabajo de estos hombres y mujeres que a diario trasmiten quejas y opinión de la población sí funciona y ojalá siempre que se cite una deficiencia, la misma sea corregida con la mayor brevedad y se brinde una mejor atención a las situaciones que aquejan a la ciudadanía.


P/D  enviado a la Primavera



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