jueves, 14 de agosto de 2014

Dónde está el Control

Dónde está el Control



Susana T. Más Iglesias, La Habana 19 de julio de 2014.

La escases y la pésima redistribución de productos en las redes comercializadoras de la isla, dan pie a que personas inescrupulosas se aprovechen de la situación y pongan en función el acaparamiento de mercancías para después venderlas casi 5 veces más alto a su precio normal.
Si las tiendas garantizaran la permanencia de esos productos, y el personal que trabaja en los almacenes  no entraran en turbios acuerdos con los revendedores, la población encontraría menos inconvenientes para comprar lo que necesita.
No se entiende que el país esté repleto de inspectores que supervisan constantemente a los cuentapropistas, tanto a los que venden ropas, viandas, propietarios de caferías o restaurantes como a los taxistas, barberos peluqueros, en fin a todo el que tenga un negocio y sin embargo no tengan ojos para aquellos que sin recato alguno deambulan por las calles pregonando a voz de cuello un producto que no tiene estable su permanencia en el mercado como lo es el papel higiénico.
En la zona de Santos Suárez, en el municipio de 10 de octubre es ya peculiar encontrar varios individuos que, sin recato alguno llevan en bolsas transparentes a la vista de todos el codiciado y necesario papel, pero por mucho que caminen nunca se topan con uno de esos inspectores que no dejan tranquilos a los que pagan debidamente sus licencias para el expendio de lo que tiene autorizado.
Debería existir un control  y supervisión general con relación a éstos casos y que los  funcionarios  tomen las medidas necesarias para que esto no suceda, partiendo de la regulación de ventas en los establecimientos y acerca de éstas indisciplinas que se reiteran en ocasiones desde los mismos almacenes o camiones directo a intermediarios.
Necesidades de todo tipo tiene la población, pero la manera de solucionar las necesidades de unos, no debe ser a causa de perjudicar a otros, más si se tiene ojos cerrados a estas indisciplinas sociales y ninguna autoridad interceda ante semejante quebrantamiento.



P/D enviado a la Primavera para su publicación

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