Incidentes que
aterran
Susana T. Más Iglesias, La Habana 16 de
febrero de 2013.
Algunos
se preguntan si será cierto que el mundo se está acabando, porque en este país
donde los habitantes vivieron siempre tranquilos, unos más pobres que otros,
pero sin grandes sobresaltos. Hoy la situación y el comportamiento humano se
están tornando de manera extraña.
Es
una lástima que la prensa oficialista no comunique de los incidentes y
accidentes que suceden en Cuba como en cualquier otro lugar del mundo, dando a
conocer sucesos que ocurren de forma reiterada: madres solteras que se suicidan
por no poder hallar el medio de sustentar a sus hijos, otras que cometen
parricidios, riñas y agresiones graves entre familiares por problemas de vivienda, pandillas de delincuentes
que asaltan y arrebatan pertenencias lo mismo a jóvenes que a viejos y
principalmente a turistas, altos índices de alcoholismo en ambos sexos.
Golpizas y lesiones causadas a mujeres
que pretenden reunirse por cualquier motivo, sin dañar a nadie, solo porque
defienden ideas que difieren del régimen.
En
la educación de antaño se les enseñaba a los varones desde muy pequeños que a
las niñas no se les daba golpes, por ningún motivo. El hombre que osara
levantar la mano a una mujer, aunque fuese la suya, siempre se catalogó de
abusador y cobarde.
Ahora
estos hechos se ven con normalidad y quienes tienen la responsabilidad de representar
los órganos que se supone garantizan la tranquilidad ciudadana, utilizan éste
método sin escrúpulos, cuando existen otros, ya que las palabras surgieron para
facilitar la comunicación entre las personas, tratar de convencer y llegar a
algún acuerdo sin necesidad de utilizar la violencia, ni con hombres y mucho
menos con mujeres. Nada justifica estos hechos.
A
través de los medios televisivos nacionales, se informa al pueblo de las
protestas que se generan en otros países, ya sea por desempleo, solicitudes de
aumentos salariales, reclamaciones a los gobiernos, o demandas por la
liberación de los 5 héroes, esto incluso
en el corazón de los Estados Unidos y no se observa agresión hacia los manifestantes.
Se
puede asegurar que quien sea capaz de agredir a una mujer, no solo es una mala
persona, sino que tampoco es confiable para nada y puede llegar a ser en
cualquier momento desleal o un peligroso cuchillo de doble filo.
Téngase
inteligencia y astucia para enfrentar los problemas y darles solución, pero
sobre todo que no se pierda jamás las cualidades de la hombría.
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