Líderes en la Tecnología de la Información.
Susana T. Más Iglesias, La Habana 16 de junio de
2013.
Ahora el afán de
expandir el liderazgo se dirige hacia la tecnología informática, cuando en
realidad quienes lo necesitan son otros organismos que dan directamente su servicio o trabajan con la población, que
es la afectada en todos los casos.
Esta idea surgida de una mente desprovista de
perspicacia, solo sería aceptable para el bien de todos si se aplicara en la formación de líderes dentro de los sectores que más desequilibrados están en cuanto a disciplina y debida atención como
el de educación, salud y seguridad social.
Con un efecto de
impacto y beneficio para los ciudadanos,
se pueden formar líderes que sean capaces de guiar de manera ejemplarizante su integridad,
capaces de proponerse con honestidad erradicar los malos hábitos e
indisciplinas que han adquirido ciertos dirigentes y parte de un sector
poblacional, aspectos decisivos en la proyección
del hombre que han ganado terreno con negatividad; estos líderes deben ser personas
que su capacidad intelectual y voluntad les permita innovar ideas para el
perfeccionamiento de la educación formal, para que emplacen y eliminen los
actos de chabacanería y vandalismo que se ha detectado entre los más jóvenes.
Para incentivar
cualquier labor de forma positiva no hace falta formar líderes, porque esta
palabra se transforma en poder,
superioridad y por tanto inmunidad, es por ello que vemos con reiteración que cuando
se detectan altas violaciones, malversación, abuso de cargo y desvíos de
recursos, quienes tienen la culpabilidad precisamente son los líderes o
ejecutivos al frente de una empresa, ministerio o institución. Por tanto ese
crecimiento y más en la tecnología de la información, no hará más que acrecentar
las posibilidades de incrementar el vandalismo de cuello blanco, se formarán
personas que en cuanto detecten que su poder al acceso de los medios
tecnológicos, difiere con el resto de los demás ciudadanos buscarán la manera,
escudados en su franquicia, de sacarle provecho de alguna forma y no será
precisamente en términos positivos.
Hay que tener cuidado
con lo que se persigue instaurar, para después no tener que lamentarse y acudir
a pensar en el viejo refrán de “cría cuervos que te sacarán los ojos”. En una
población que tenga libertad de expresión en términos generales, que pueda desarrollar sus ideas y proyectos franca e
independientemente no hay necesidad de acrecentar esquemas con aumento de
líderes.
La tecnología de la
información abarca alta magnitud, no se haga ver la apertura a la información
digital como la posibilidad de hacer crecer las filas consideradas enemigas,
sino de ver el aumento de talentos en las distintas esferas y renglones de
organismos, industrias, empresas, escuelas y hasta en círculos infantiles.
Ese temor infundido que
cada día restringe más la posibilidad del acceso a Internet, no hace más que
obstaculizar medios de información que pueda obtener la población a través de
la navegación por las redes de Internet,
quien brinda miles de oportunidades para auto documentarse en cualquier campo,
y ampliar los conocimientos ya sea sobre la salud, las flora y fauna de algún
país, el Universo, descubrimientos arqueológicos, reencuentro con familiares y
amigos, noticias de nuevos hallazgos, actualizarse los fans en la vida de
artistas, deportistas famosos y hasta de la última invención con fines sociales.
El propósito de Internet no debe verse solo como un peligro con fines políticos.
Cuba, pudiera tener más
adelantos tecnológicos si todos los profesionales, estudiantes, campesino y
hasta cuentapropistas pudieran indagar para mejorar sus perspectivas,
documentándose y explorando distintos sitios que brindan informaciones por
medio de Internet.
Lo que necesita el país
es que se facilite la venta de computadoras con precios asequibles a los
interesados, que las tarifas de pago de acceso se correspondan con los salarios
y estipendios, no de líderes que al final no aportarán más que restricciones a
los demás y libertinaje para ellos.
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