jueves, 8 de agosto de 2013

Siguen Ascendiendo Precios de Alimentos.

 


Siguen Ascendiendo Precios de Alimentos.


Susana T. Más Iglesias, La Habana 2 de agosto de 2013.

No se sabe qué se va a hacer el pueblo cubano en el futuro si los productos siguen con su alza de precios. Casi todos los meses le aumentan unos cinco o diez centavos más a cualquier producto, ya sea a los alimenticios como a los de aseo personal o de higiene en el hogar.
Después de algunas semanas  de ausencia en las tiendas de venta en divisa, aparece el hígado de pollo, no en todas, pero si le busca puede que tenga suerte y lo encuentre en áreas del municipio Plaza; este es un subproducto que no es de gran aceptación por todos, pero sí resuelve la situación en determinados momentos donde la escases económica se impone para abatir las cocinas y no se puede obtener otro tipo de alimento, por mucho que se desee.
Ahora este rebuscado paquete, que resuelve dos comidas  a mucho estirar en un núcleo pequeño, cambió su precio de $1.90 CUC, y le aumentaron cinco centavos más.
Claro que esta menudencia no se hace notar  a la hora de obtenerlo, pero sí se observa la merma en el bolsillo cuando saca cuentas cada vez que  obtiene un producto semanal o mensual.  Y al analizar, se percata que también suben poco a poco los jabones, detergentes, champú,  cremas para la piel, suavizador para el cabello,  papel sanitario,  desodorante y todos los productos alimenticios como aceite, bandejitas de pollo, el kilogramo de muslos de pavo, las hamburguesas, croquetas etc.
Los que  acuerdan  e  imponen estas subidas repentinas de precios  no recuerdan que el promedio de ingresos de un trabajador normal es de $300.00CUP, aunque son incontables los jubilados y otras personas que aún se encuentran activos en  que el salario que devengan ni siquiera se acerca a los  $250.00  y olvidan  que después de obtener esta cantidad hay que hacer la conversión a CUC (cambiar 25 pesos cubanos para obtener $1.00 CUC) y ni siquiera así se alcanza los $15.00 CUC, sin contar que hay que sumar a la mesa vianda o ensalada, para aumentar con algo el menú. Por eso cualquiera se vuelve loco o prefiere que ni llegue el día del cobro.
El Ministerio de Economía y Planificación debe observar éstas incompatibilidades  entre precios y correspondencia de salarios entre la gente del pueblo, de los no beneficiados, ni de los que reciben remesas. Tener presente que la canasta básica que recibe la población a través de la Libreta de Racionamiento, disminuye paulatinamente y hay que acudir a los mercados o bolsa negra, por lo que la ciudadanía con mucho esfuerzo tiene que inventar para compensar la compra  de alimentos de valores  proteicos  en las tiendas recaudadoras para subsistir, sin contar con que se requiere de la adquisición de otros artículos como el calzado y ropa de los que se  priva en conseguir porque hay que garantizar lo más importante en el hogar: la comida.




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