jueves, 15 de enero de 2015

“Herejías en la vida de una anciana”.

“Herejías en la vida de una anciana”.

Susana Teresa Más Iglesias, La Habana 26 de julio de 2014.

La señora Luisa arribó a sus 92 años, el 6 de junio. Hace poco tiempo.
Por su trayectoria de trabajo abnegado por más de 40 años, solo percibe una mísera pensión de $200.00 CUP mensuales (pesos cubanos), retribución que no alcanza para abarcar todo el importe necesario para su manutención, cuando hay que tener en cuenta los gastos que la misma debería asumir de vivir sola. 
Ellos son: alimentos que otorgan por la libreta de racionamiento, el pago de refrigerador que le fue restituido casi obligatoriamente por el que tenía, (como a toda la población y por cuál el descuento mínimo es de $57.00 por mes, cobre lo que cobre la persona), los medicamentos que debe tomar con carácter vitalicio y algunas otras medicinas por concepto de padecimientos ocasionales que ha tenido, pago de agua, electricidad, y como si fuera poco también, con esa edad debe pagar el Comité de Defensa de la Revolución, (CDR), $3.00 anuales, Federación de Mujeres Cubanas, (FMC), $3.00 más la cotización de la Asociación Nacional de Ciegos y Débiles Visuales (ANCI), instituciones que rige el gobierno, de las cuales nunca percibió tan siquiera un obsequio de tantas  donaciones que entran al país, ni tarjeta de felicitación por el Día de las Madres o Fin de Año y mucho menos invitación a alguna de las actividades que han efectuado en los últimos 30 años.
Es evidente que ya Luisa no les sirve para nada, la cobijaron  en las gavetas del olvido, y ni siquiera está  presente en el baúl de los recuerdos.
Esa mujer, bajo lluvia, sol o sereno nunca se acostó a dormir sin tener  la satisfacción de lo que para ella era cumplir con su deber. Hoy, en la actualidad, aunque no lo exteriorice, debe sentir inmenso dolor al verse excluida del núcleo revolucionario por el que extraordinariamente se sacrificó dando todo de sí.
Poco tiempo podía dedicar al hogar en el día, ni a sus hijos que eran estudiantes, sin embargo les proporcionó el mejor ejemplo en todos los aspectos de la vida; tampoco logró dedicar mucho al esposo trabajador compañero de sus andanzas políticas desde que se unieron jóvenes.
Su labor social y formadora de nuevas generaciones le ocuparon más tiempo del que disponía. Lo mismo trabajaba en la ciudad que en áreas lejanas a la misma. De nada le sirvió su arriesgada encomienda de colaborar con los integrantes clandestinos del Movimiento 26 de Julio, ni esconder en su antigua y humilde morada a los necesitados que le enviaban, o de poner en los dobladillos de uno de sus hijos, mensajes secretos para dar su aporte a que triunfase el gobierno que hoy no responde a las necesidades del pueblo y reprime enérgicamente a uno de ellos.
De la señora Luisa mucho habría que contar, porque todavía recuerda con fervor años de su juventud, los cuales dedicó en la lucha secreta como integrante del Partido Socialista Popular, allá por las décadas de los años 40 y 50. Fue toda una íntegra activista que arriesgó su vida en la repartición de boletos y otros documentos.
Con el triunfo en la isla de la revolución del 59, no la llamaron a ocupar algún puesto apreciable; trabajó como dice, con orgullo en “diversas tareas” del PCC, (Partido Comunista de Cuba, sin estar afiliada a él) pero siguió en su batalla por apuntalar al régimen que la omitió. No obstante ella mantiene su sentir revolucionario, más aún, ¡todavía se siente comunista! Aunque de nada le valga.
Con el cursar del tiempo una enfermedad congénita, poco a poco debilitó su visión,  privándola finalmente de ella, desde entonces sus actividades disminuyeron y se limitó solo a caminar por perímetros cercanos a su hogar, lo que devino en instar contra su voluntad por la jubilación, aunque siguió en su batallar voluntariamente hasta llegar a su ceguera total y por obligación reducir sus diligencias.
Pero así y todo en diversas ocasiones buscó la ayuda de alguna amiga o su nieto más pequeño para trasladarse hacia algún lugar o institución y desarrollar alguna que otra tarea, según ella para “ayudar” a la revolución. ¡Pobre señora!, aún no comprende que, parodiando un viejo refrán, solo ¨crió cuervos, para que le sacaran los ojos¨. Sin embargo hoy en día su ingrata pensión no alcanza ni para cubrir el 30% necesidades a cubrir.
Desde hace unos años convive con un hijo clasificado como opositor al régimen y su mujer, quienes están a cargo de su cuidado y alimentación; pero ella niega reconocer la ineptitud del régimen que tan siquiera  proporciona la garantía de suministro necesario leche que por su edad necesita, éste suplemento alimenticio le llega únicamente por vía de sus hijos. Sin embargo aún le quedan fuerzas para establecer disputas defendiendo su ideal, lo cual no deja de ser una utopía; y con frecuencia evoca himnos y consignas que canta o grita por las ventanas de su apartamento para de manera retórica hacia el hijo,  iniciar una contienda de recuerdos y aclaraciones acerca de la realidad en que viven hoy los cubanos.
Gracias al cuidado que éste descendiente le proporciona y a la colaboración en ocasiones de los demás hijos, ésta revolucionaria señora se engrandece y olvida el presente, aunque no posee deterioro mental por su edad. Sin miramientos de alguna  índole cada vez que se presta la ocasión  le espeta al hijo a la cara, que es un gusano.
Más a ella, a quien le encanta degustar un sabroso helado (que no sea de Coppelia, por la mala calidad que ahora tienen) o un exquisito dulce adquirido en CUC, el recuerdo no le revela que en un tiempo ello fue descrito por sus dirigentes como un diversionismo ideológico, al igual que escuchar música americana o ponerse ropa traída de “afuera”. 
Aquellas personas que no residieron en la isla y que por ende desconocen cómo hay que arreglárselas con el tema alimentación, deben tener en cuenta que la canasta básica asignada para una persona por el gobierno, ofrece solamente los siguientes productos y cantidades al mes:



 Canasta Básica actual en la isla
                                            
      Productos

Cantidad por persona
    
       Precio
  
Importe  Total

Arroz-normado                            
               
             5 lbs.                                                                    
   
    $0.25 c/u
     
          $1.25

Arroz adicional
2 lbs.
    $0.90 c/u

          $1.80


Frijoles

10 onzas
Según el ejemplar

Según el ejemplar

Café  mezclado
con chícharos al 50%

1 pqte. de
  4 oz / 115g
     $4.00

         $4.00
Azúcar Refino
3 lbs.
     $0.15 c/u

         $0.45

Azúcar crudo
3 lbs.
     $0.10 c/u

         $0.30

Aceite    
½ lb.
     $0.60

         $0.60

Sal
Bolsa de  1 Kg.
     $0.35

         $0.35

Pastas largas  o Espaguetis
1 pqte. de 400g
     $0.80

         $0.80

Huevos
      5 unidades
     $0.15

         $0.75


Pollo de población

          1 lb.
     $1.00
         $1.00


Pollo por pescado
(como no se suministra pescado a la población, en sustitución dan pollo)
            ¼ de libra
     $0.50
         $0.50

Existen otros productos dentro de la canasta básica que se obtienen cada cierto tiempo no específico o que pueden ser sustituidos entre sí, por el deficiente esquema de distribución, si suministran uno, no corresponde otro y  son:





                                            
        Producto

Cantidad por persona
    
         Precio
  
    Importe  Total

Mortadella o
Jamonada

      
          ½ lb.
    
      $1.50
       
        $1.50

Picadillo


          ½ lb.
   
      $0.70
      
        $0.70

Fósforos


1 caja por persona
    
      $0.10

        $0.10

A ello se agrega la venta garantizada de un pan diario por el peso de 80 gramos de no haber existido falta de fluido eléctrico (apagón) en la zona que afectara la producción.
Nadie pensaría que con ese mísero conjunto de productos alguien pueda alimentarse por más de una quincena, incluyendo los que ofertan sin día específico en la carnicería a que corresponde la libreta de abastecimiento. De todas maneras hay que desplazarse en determinados períodos de tiempo hacia agros o tiendas en divisa en búsqueda  de “algo” para resolver la situación, pero de no tener la divisa, nada se puede hacer, pues todas las tiendas del país no operan con la doble moneda, y para adquirir $1.00 CUC hay que abonar en las oficinas de cambio $25.00 CUP (moneda nacional).
De ésta señora  tener las condiciones creadas para vivir sola como otras de su edad, gastaría como mínimo $60.00 pesos de electricidad,  pues en su apartamento, por el formato que posee el edificio es obligatorio cocinar con electricidad, y  sumar  gastos por el uso de calentador de agua, más otros utensilios de elaboración de alimentos como olla arrocera, olla “Reyna” o batidora.
A ello habría que agregar la compra del aseo personal que incluye jabón de baño, pasta dental, champú, detergente de lavar y fregar, estos tres últimos solo pueden adquirirse en la red comercializadora en divisa. De alguna manera también hay que  adicionar los precios de compra de viandas, vegetales y frutas, interés que no ocurre siempre en la semana, a causa de los altos precios de esos productos en el mercado, incluyendo sazones.
Luisa, es una anciana afortunada, a pesar de sus años no padece como dice ella “ni de catarro”, no le duelen los huesos por su longevidad, goza de buena salud. Sólo tuvo un incidente ocasional de úlcera gástrica,  que por suerte culminó satisfactoriamente con tratamiento exhaustivo, pero los medicamentos a ingerir por espacio de 4 meses excedieron los $40.00 pesos en cada mes. Por suerte no tiene gastos por concepto de transportación  eventual porque de ser así, se gastaría como mínimo $225.00 ( $10 dólares) sólo por dejarla en un hospital o policlínico.
Esta historia cotidiana solo demuestra que la calidad de vida del cubano, para poderla mantener, obligatoriamente tiene que ser con la ayuda o colaboración de familiares u otras personas, o como se dice en buen cubano, tener fe, no solo en Dios y el Universo sino ¨familiares en el exterior¨. Sin ello nadie sobrevive.
Pero esta anciana, alejada de toda comunicación con el ambiente usual no cree lo que se le dice y en sus pensamientos, aunque posee sus capacidades mentales estables, no desea reconocer que casi al ocaso de su vida,  por lo que transcurre  no es más que una herejía de la vida.





P/D Trabajo Presentado en Concurso.


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