“Herejías
en la vida de una anciana”.
Susana
Teresa Más Iglesias, La Habana 26 de julio de 2014.
La
señora Luisa arribó a sus 92 años, el 6 de junio. Hace poco tiempo.
Por
su trayectoria de trabajo abnegado por más de 40 años, solo percibe una mísera
pensión de $200.00 CUP mensuales (pesos cubanos), retribución que no alcanza
para abarcar todo el importe necesario para su manutención, cuando hay que
tener en cuenta los gastos que la misma debería asumir de vivir sola.
Ellos
son: alimentos que otorgan por la libreta de racionamiento, el pago de
refrigerador que le fue restituido casi obligatoriamente por el que tenía,
(como a toda la población y por cuál el descuento mínimo es de $57.00 por mes,
cobre lo que cobre la persona), los medicamentos que debe tomar con carácter
vitalicio y algunas otras medicinas por concepto de padecimientos ocasionales
que ha tenido, pago de agua, electricidad, y como si fuera poco también, con
esa edad debe pagar el Comité de Defensa de la Revolución, (CDR), $3.00 anuales,
Federación de Mujeres Cubanas, (FMC), $3.00 más la cotización de la Asociación
Nacional de Ciegos y Débiles Visuales (ANCI), instituciones que rige el
gobierno, de las cuales nunca percibió tan siquiera un obsequio de tantas donaciones que entran al país, ni tarjeta de
felicitación por el Día de las Madres o Fin de Año y mucho menos invitación a
alguna de las actividades que han efectuado en los últimos 30 años.
Es
evidente que ya Luisa no les sirve para nada, la cobijaron en las gavetas del olvido, y ni siquiera está
presente en el baúl de los recuerdos.
Esa
mujer, bajo lluvia, sol o sereno nunca se acostó a dormir sin tener la satisfacción de lo que para ella era
cumplir con su deber. Hoy, en la actualidad, aunque no lo exteriorice, debe
sentir inmenso dolor al verse excluida del núcleo revolucionario por el que extraordinariamente
se sacrificó dando todo de sí.
Poco
tiempo podía dedicar al hogar en el día, ni a sus hijos que eran estudiantes, sin
embargo les proporcionó el mejor ejemplo en todos los aspectos de la vida;
tampoco logró dedicar mucho al esposo trabajador compañero de sus andanzas
políticas desde que se unieron jóvenes.
Su
labor social y formadora de nuevas generaciones le ocuparon más tiempo del que
disponía. Lo mismo trabajaba en la ciudad que en áreas lejanas a la misma. De
nada le sirvió su arriesgada encomienda de colaborar con los integrantes
clandestinos del Movimiento 26 de Julio, ni esconder en su antigua y humilde
morada a los necesitados que le enviaban, o de poner en los dobladillos de uno
de sus hijos, mensajes secretos para dar su aporte a que triunfase el gobierno
que hoy no responde a las necesidades del pueblo y reprime enérgicamente a uno
de ellos.
De
la señora Luisa mucho habría que contar, porque todavía recuerda con fervor
años de su juventud, los cuales dedicó en la lucha secreta como integrante del
Partido Socialista Popular, allá por las décadas de los años 40 y 50. Fue toda
una íntegra activista que arriesgó su vida en la repartición de boletos y otros
documentos.
Con
el triunfo en la isla de la revolución del 59, no la llamaron a ocupar algún
puesto apreciable; trabajó como dice, con orgullo en “diversas tareas” del PCC,
(Partido Comunista de Cuba, sin estar afiliada a él) pero siguió en su batalla
por apuntalar al régimen que la omitió. No obstante ella mantiene su sentir
revolucionario, más aún, ¡todavía se siente comunista! Aunque de nada le valga.
Con
el cursar del tiempo una enfermedad congénita, poco a poco debilitó su visión, privándola finalmente de ella, desde entonces sus
actividades disminuyeron y se limitó solo a caminar por perímetros cercanos a
su hogar, lo que devino en instar contra su voluntad por la jubilación, aunque siguió
en su batallar voluntariamente hasta llegar a su ceguera total y por obligación
reducir sus diligencias.
Pero
así y todo en diversas ocasiones buscó la ayuda de alguna amiga o su nieto más
pequeño para trasladarse hacia algún lugar o institución y desarrollar alguna
que otra tarea, según ella para “ayudar” a la revolución. ¡Pobre señora!, aún
no comprende que, parodiando un viejo refrán, solo ¨crió cuervos, para que le
sacaran los ojos¨. Sin embargo hoy en día su ingrata pensión no alcanza ni para
cubrir el 30% necesidades a cubrir.
Desde
hace unos años convive con un hijo clasificado como opositor al régimen y su
mujer, quienes están a cargo de su cuidado y alimentación; pero ella niega
reconocer la ineptitud del régimen que tan siquiera proporciona la garantía de suministro
necesario leche que por su edad necesita, éste suplemento alimenticio le llega únicamente
por vía de sus hijos. Sin embargo aún le quedan fuerzas para establecer
disputas defendiendo su ideal, lo cual no deja de ser una utopía; y con
frecuencia evoca himnos y consignas que canta o grita por las ventanas de su apartamento
para de manera retórica hacia el hijo, iniciar
una contienda de recuerdos y aclaraciones acerca de la realidad en que viven
hoy los cubanos.
Gracias
al cuidado que éste descendiente le proporciona y a la colaboración en
ocasiones de los demás hijos, ésta revolucionaria señora se engrandece y olvida
el presente, aunque no posee deterioro mental por su edad. Sin miramientos de alguna
índole cada vez que se presta la ocasión
le espeta al hijo a la cara, que es un
gusano.
Más
a ella, a quien le encanta degustar un sabroso helado (que no sea de Coppelia,
por la mala calidad que ahora tienen) o un exquisito dulce adquirido en CUC, el
recuerdo no le revela que en un tiempo ello fue descrito por sus dirigentes
como un diversionismo ideológico, al igual que escuchar música americana o
ponerse ropa traída de “afuera”.
Aquellas
personas que no residieron en la isla y que por ende desconocen cómo hay que
arreglárselas con el tema alimentación, deben tener en cuenta que la canasta
básica asignada para una persona por el gobierno, ofrece solamente los
siguientes productos y cantidades al mes:
Canasta
Básica actual en la isla
Productos
|
Cantidad
por persona
|
Precio
|
Importe Total
|
Arroz-normado
|
5
lbs.
|
$0.25 c/u
|
$1.25
|
Arroz
adicional
|
2 lbs.
|
$0.90 c/u
|
$1.80
|
Frijoles
|
10 onzas
|
Según el ejemplar
|
Según el ejemplar
|
Café mezclado
con
chícharos al 50%
|
1 pqte. de
4 oz / 115g
|
$4.00
|
$4.00
|
Azúcar
Refino
|
3 lbs.
|
$0.15 c/u
|
$0.45
|
Azúcar
crudo
|
3 lbs.
|
$0.10 c/u
|
$0.30
|
Aceite
|
½ lb.
|
$0.60
|
$0.60
|
Sal
|
Bolsa de 1 Kg.
|
$0.35
|
$0.35
|
Pastas
largas o Espaguetis
|
1 pqte. de 400g
|
$0.80
|
$0.80
|
Huevos
|
5 unidades
|
$0.15
|
$0.75
|
Pollo
de población
|
1 lb.
|
$1.00
|
$1.00
|
Pollo
por pescado
(como
no se suministra pescado a la población, en sustitución dan pollo)
|
¼ de libra
|
$0.50
|
$0.50
|
Existen
otros productos dentro de la canasta básica que se obtienen cada cierto tiempo
no específico o que pueden ser sustituidos entre sí, por el deficiente esquema de
distribución, si suministran uno, no corresponde otro y son:
Producto
|
Cantidad
por persona
|
Precio
|
Importe
Total
|
Mortadella o
Jamonada
|
½ lb.
|
$1.50
|
$1.50
|
Picadillo
|
½ lb.
|
$0.70
|
$0.70
|
Fósforos
|
1
caja por persona
|
$0.10
|
$0.10
|
A
ello se agrega la venta garantizada de un pan diario por el peso de 80 gramos
de no haber existido falta de fluido eléctrico (apagón) en la zona que afectara
la producción.
Nadie
pensaría que con ese mísero conjunto de productos alguien pueda alimentarse por
más de una quincena, incluyendo los que ofertan sin día específico en la
carnicería a que corresponde la libreta de abastecimiento. De todas maneras hay
que desplazarse en determinados períodos de tiempo hacia agros o tiendas en
divisa en búsqueda de “algo” para
resolver la situación, pero de no tener la divisa, nada se puede hacer, pues
todas las tiendas del país no operan con la doble moneda, y para adquirir $1.00
CUC hay que abonar en las oficinas de cambio $25.00 CUP (moneda nacional).
De
ésta señora tener las condiciones
creadas para vivir sola como otras de su edad, gastaría como mínimo $60.00
pesos de electricidad, pues en su
apartamento, por el formato que posee el edificio es obligatorio cocinar con
electricidad, y sumar gastos por el uso de calentador de agua, más otros
utensilios de elaboración de alimentos como olla arrocera, olla “Reyna” o batidora.
A
ello habría que agregar la compra del aseo personal que incluye jabón de baño, pasta
dental, champú, detergente de lavar y fregar, estos tres últimos solo pueden
adquirirse en la red comercializadora en divisa. De alguna manera también hay
que adicionar los precios de compra de
viandas, vegetales y frutas, interés que no ocurre siempre en la semana, a
causa de los altos precios de esos productos en el mercado, incluyendo sazones.
Luisa,
es una anciana afortunada, a pesar de sus años no padece como dice ella “ni de
catarro”, no le duelen los huesos por su longevidad, goza de buena salud. Sólo
tuvo un incidente ocasional de úlcera gástrica, que por suerte culminó satisfactoriamente con
tratamiento exhaustivo, pero los medicamentos a ingerir por espacio de 4 meses
excedieron los $40.00 pesos en cada mes. Por suerte no tiene gastos por
concepto de transportación eventual
porque de ser así, se gastaría como mínimo $225.00 ( $10 dólares) sólo por
dejarla en un hospital o policlínico.
Esta
historia cotidiana solo demuestra que la calidad de vida del cubano, para poderla
mantener, obligatoriamente tiene que ser con la ayuda o colaboración de
familiares u otras personas, o como se dice en buen cubano, tener fe, no solo
en Dios y el Universo sino ¨familiares
en el exterior¨. Sin ello nadie sobrevive.
Pero
esta anciana, alejada de toda comunicación con el ambiente usual no cree lo que
se le dice y en sus pensamientos, aunque posee sus capacidades mentales
estables, no desea reconocer que casi al ocaso de su vida, por lo que transcurre no es más que una herejía de la vida.
P/D
Trabajo Presentado en Concurso.
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