jueves, 10 de enero de 2013

A la Búsqueda de Nuevas Opciones



A la Búsqueda de Nuevas Opciones


Susana T. Más Iglesias, La Habana 13 de diciembre de 2012.

A partir de las medidas tomadas por el estado relacionadas con la reducción de plantillas en organismos centrales, instituciones y empresas, muchas personas quedaron excedentes y sin perspectivas de poder ser reubicadas  en otros lugares como se les había anunciado, porque el recorte fue drástico, en todas  y cada unas de las entidades laborales del país.
Es por ello que aumentó con gran impacto y de modo inmediato la búsqueda de nuevas opciones de trabajo, sobre todo para jóvenes que no sabían cómo enfrentar el despido y a la vez justificarlo en su núcleo familiar.
Aquellos de más edad se conformaron con adelantar su jubilación, y de no tener el tiempo, entonces sumarse a las labores del hogar y ayudar tal vez con el sustento de los restantes componentes del núcleo confeccionando y vendiendo algún dulce o  chuchería. Lógicamente todos no podían hacer lo mismo, y ahí fue cuando comenzó la urgente búsqueda de soluciones dentro de la gran competencia ya que todas las iniciativas casi estaban agotadas.
Pero como dice el dicho, el cubano se las agencia y duro para inventar cómo salir de los atolladeros y ganarse la vida. Fue entonces cuando a alguien se le ocurrió que a los niños les encanta montar carritos y que por problemas económicos, de lejanía y transporte, sus padres muchas veces tampoco disponen del tiempo necesario para dedicarlo a las distracciones infantiles; por lo que tal vez  con la ayuda de algún familiar en el exterior hizo la inversión y adquirió automóviles de juguete eléctricos y de pedales de gran formato y difícil rotura, para alquilarlos y así matar dos pájaros de un tiro, sí! Ellos ganan honradamente su dinero, en la prestación de un buen servicio,  mientras los padres, abuelos o familiares de los pequeños de la casa, tienen asegurada la diversión de los mismos  sin mayor esfuerzo, que no sea pagar por el tiempo disfrutado en la encomienda de una o dos horas de relajamiento juntos, muy cerca de la casa y con el almuerzo, merienda o comida ahí, sin gastos mayores.
Opciones como estas ayudan a la población, tanto adulta como infantil. Y si se permite usar la imaginación llegarán otras más para dar soluciones a todos.

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