A
LOS MUERTOS TAMBIÈN LES SACAN GANANCIAS.
Susana
T. Más Iglesias, La Habana 24 de diciembre del 2014.
Todos saben que la
situación del país está caótica, mucho más a fin de año en que todos buscan la
manera de resolver los problemas de alimentación, vestuario y adquisición de
productos básicos importantes para el hogar. Lo que trae por resultado que las
personas de bajos ingresos (y los de medio también) tengan que buscar iniciativas
que les proporcionen aumentarlos un poco más.
Hace poco falleció una
señora, de la que algunos hijos viven en el extranjero. Sin pensarlo mucho en
cuanto supieron de la gravedad irreversible de su madre, se vinieron a la isla
con la mayor brevedad. El caso fue que por decisión unánime cuando pasaran unas
pocas horas después de su velatorio, para que vecinos y amigos le rindieran su
último honor, acordaron incinerarla. Pero cuál no sería la sorpresa, cuando uno
de los trabajadores de la funeraria les explicó a los más allegados (a los del
exterior) que el acto de incineración demoraría bastante, porque habían varios
casos en cola, que el crematorio tenía muchos casos pendientes y posiblemente
les tocaría en horas de la madrugada, “pero que…, bueno,… siempre se podría
hacer algo para priorizar”
Sin que transcurrieran 30
segundos, este mediador desalmado ya escuchaba la respuesta deseada en sus
interesados oídos. Mas cuando llegó el momento de arribo de los dolientes al crematorio
de Santiago de las Vegas se percataron que no tenían otros cadáveres en cola,
solo se encontraban en el lugar los trabajadores y algunos transeúntes del
desolado lugar. Pero ya el importe por la prioridad estaba en los bolsillos del
embustero y sus cómplices y el desconsuelo era tan intenso que no era ocasión
de hacer reclamaciones.
En la semana del 24 al 31
del pasado mes se volvió a repetir el caso con otra anciana fallecida. Le expusieron
a los familiares que tendrían que esperar unas cuantas horas porque eran muchos
los fallecidos del día que serían incinerados, a lo que por insinuaciones
parecidas con el caso anterior, también éstos familiares recurrieron a reunir
para que se priorizara tal acción.
Es cruel que algunos
individuos no tengan sentimientos hacia el prójimo, puedan aprovecharse de
momentos tan difíciles de la vida de cualquier persona, para tratar de sacar
provecho de algo tan doloroso y acudan a la mentira para lograr ganancias de
los resultados de la farsa.
En el primer caso los
familiares llegaron al crematorio más de dos horas antes que el cadáver, donde
pudieron advertir que habían sido timados, pues como aparece en las fotos
adjuntas allí no había, ni hubo algún cadáver en el transcurso de más de tres
horas.
Solo la falta de
valores y principios logra que algunos seres humanos se comporten peor que
animales depredadores y traten de sacarle ganancias hasta a aquellos que
transitan por el doloroso momento de
perder un familiar cercano y querido. Pero lo más triste del caso es que este
acto vandálico se forja en reducidos colectivos, que después se reparten las
ganancias.
Sería compasivo que los
funcionarios directivos de Servicios Necrológicos, pusieran empeño en abolir
éste mal proceder de los trabajadores que intengran sus unidades.
Hay que recapacitar,
pues cualquiera tiene que pasar por algo tan triste y en ocasiones ni el dinero
tienen para enfrentar esa desdicha, la cual deben solucionar con la ayuda o
préstamos de amigos y vecinos allegados a la familia o difunto.
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