jueves, 5 de marzo de 2015

A LOS MUERTOS TAMBIÈN LES SACAN GANANCIAS.


A LOS MUERTOS TAMBIÈN LES SACAN GANANCIAS.
Susana T. Más Iglesias, La Habana 24 de diciembre del 2014.

Todos saben que la situación del país está caótica, mucho más a fin de año en que todos buscan la manera de resolver los problemas de alimentación, vestuario y adquisición de productos básicos importantes para el hogar. Lo que trae por resultado que las personas de bajos ingresos (y los de medio también) tengan que buscar iniciativas que les proporcionen aumentarlos un poco más.
Hace poco falleció una señora, de la que algunos hijos viven en el extranjero. Sin pensarlo mucho en cuanto supieron de la gravedad irreversible de su madre, se vinieron a la isla con la mayor brevedad. El caso fue que por decisión unánime cuando pasaran unas pocas horas después de su velatorio, para que vecinos y amigos le rindieran su último honor, acordaron incinerarla. Pero cuál no sería la sorpresa, cuando uno de los trabajadores de la funeraria les explicó a los más allegados (a los del exterior) que el acto de incineración demoraría bastante, porque habían varios casos en cola, que el crematorio tenía muchos casos pendientes y posiblemente les tocaría en horas de la madrugada, “pero que…, bueno,… siempre se podría hacer algo para priorizar”
Sin que transcurrieran 30 segundos, este mediador desalmado ya escuchaba la respuesta deseada en sus interesados oídos. Mas cuando llegó el momento de arribo de los dolientes al crematorio de Santiago de las Vegas se percataron que no tenían otros cadáveres en cola, solo se encontraban en el lugar los trabajadores y algunos transeúntes del desolado lugar. Pero ya el importe por la prioridad estaba en los bolsillos del embustero y sus cómplices y el desconsuelo era tan intenso que no era ocasión de hacer reclamaciones.
En la semana del 24 al 31 del pasado mes se volvió a repetir el caso con otra anciana fallecida. Le expusieron a los familiares que tendrían que esperar unas cuantas horas porque eran muchos los fallecidos del día que serían incinerados, a lo que por insinuaciones parecidas con el caso anterior, también éstos familiares recurrieron a reunir para que se priorizara tal acción.
Es cruel que algunos individuos no tengan sentimientos hacia el prójimo, puedan aprovecharse de momentos tan difíciles de la vida de cualquier persona, para tratar de sacar provecho de algo tan doloroso y acudan a la mentira para lograr ganancias de los resultados de la farsa.
En el primer caso los familiares llegaron al crematorio más de dos horas antes que el cadáver, donde pudieron advertir que habían sido timados, pues como aparece en las fotos adjuntas allí no había, ni hubo algún cadáver en el transcurso de más de tres horas.
Solo la falta de valores y principios logra que algunos seres humanos se comporten peor que animales depredadores y traten de sacarle ganancias hasta a aquellos que transitan  por el doloroso momento de perder un familiar cercano y querido. Pero lo más triste del caso es que este acto vandálico se forja en reducidos colectivos, que después se reparten las ganancias.
Sería compasivo que los funcionarios directivos de Servicios Necrológicos, pusieran empeño en abolir éste mal proceder de los trabajadores que intengran sus unidades.
Hay que recapacitar, pues cualquiera tiene que pasar por algo tan triste y en ocasiones ni el dinero tienen para enfrentar esa desdicha, la cual deben solucionar con la ayuda o préstamos de amigos y vecinos allegados a la familia o difunto.






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