Mis Experiencias por Perú.- I
Susana T. Más Iglesias. La Habana 30 de marzo de
2015.
Después de reorganizar
ideas y fotos, además de recordar
diariamente la experiencia adquirida en mi viaje a Perú, me animé a
plasmar por escrito mis memorias de un
buen recuerdo desde mi salida de La Habana hasta el retorno a mi querida Isla;
en fin todas las experiencias adquiridas.
FOTO 1
Lo extraordinario, es
que nunca antes había salido del país por lo que cuando comencé a iniciar los trámites, algo engorroso
para mí, me parecía como un sueño el lograr una emigración anhelada, pero nunca
antes concebida, es preciso decir esto porque
Cuba es uno de los países que más control y obstáculos presenta para que
sus ciudadanos puedan viajar, ya sea de visita, por trabajo o abandono definitivo
del país, y no existe una economía que corresponda con los salarios de sus
habitantes como para decidir, a dónde ir por unos días o planificar viajes vacacionales
a cualquier país, como algo normal que pueda proporcionarse como estímulo un
ser humano, así como sucede en otros naciones.
Foto 2
La idea de
permanecer sentada en un avión por
varias horas no se hacía muy asimilable, pero como dice el refrán, si quieres
comer pescado… debes introducirte al mar, por lo que controlé mi alegría,
relajé mis nervios y asumí la decisión tomada y a la cual no renunciaría por
nada del mundo. Además no soy dada a las fobias o miedos.
Foto 3
Al llegar al
aeropuerto, al cual me acompañó casi toda la familia, es decir, los más
allegados como mi marido, hijas, nietos, bisnieto, uno de mis yernos, porque el
otro tenía que trabajar fue que cobré conciencia de que mi viaje era real, no
un sueño.
Foto 4
Y les aseguro que las
mascotas de la familia no asistieron porque no se les facilitó el traslado, ni
les iban a dejar entrar, pero en mi primera experiencia, hasta me hubiera
gustado que estuviesen allí para que todos vieran al familión completo, porque
ella, Aya y él Simbad forman parte
también de nuestras vidas.
Fotos 5 y 6
Allí me encontré con
otras personas que viajarían en la misma línea, con las cuales efectué el chequeo de vuelo y cuando llegó el momento
comenzaron las preguntas tontas por mi exceso de equipaje, los ojos aguados por
ser mi primera separación de la prole y la tensión final llena de distintos
pensamientos que se van apoderando de todos y cada uno de ellos.
Fotos 7 y 8
El viaje fue placentero,
pero algo misterioso que no lograba entender, se fue apoderando de mi persona,
hasta que pasados unos días supe qué sucedía y les contaré más adelante. Entre conversación,
y sueño pasaron las horas sin que me diera mucho tiempo para meditar a la altura en que me encontraba.
(Continuará)
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