Mujeres Contra la Violencia.
Susana T. Más Iglesias, La Habana 24 de octubre de
2014.
En la lluviosa tarde
del miércoles 22 del mes en curso, se reunieron un grupo de mujeres que
integran un colectivo consagrado a atender y orientar a mujeres que son víctimas de la violencia doméstica y a la vez al estudio de cómo implementar
soluciones para poder ayudar a este sector
afectado de la sociedad.
Por distintos medios de
información oficial se divulgan algunos casos de intimidación o equívocos
fanatismos que han sembrado el terror dentro
del género femenino en distintos países del mundo. Son cuantiosos los casos de
violaciones sexuales, golpizas y hasta secuestros a los que han sido sometidas
muchas mujeres.
Por suerte con la
cooperación de más de 2 millones de representantes de lo que se cataloga el
sexo más débil, organizadas en la lucha contra estos actos, se ha logrado que
menos féminas en África hayan sufrido
mutilaciones en sus órganos sexuales dentro de la etapa de la niñez y la
adolescencia y que en Afganistán se lograra la incorporación de más cantidad de niños a las escuelas.
No obstante en Bolivia,
hace solo unos meses hubo el planteamiento por parte del Sr. Rolando Villena,
(información tomada del “New Herald”) de solicitud de alerta a las autoridades
del Ejecutivo, por los asesinatos de 60 mujeres en lo que va de año.
Es necesario que los
gobiernos y sobre todo el de la isla implemente y respalde un programa donde esté incluido desde
tempranas edades la educación formal, que formulen proyectos que se inclinen a
rescatar las conductas amables y de consideración hacia los demás dentro de la
población.
Actualmente se destaca
en el mundo el acto del ejercicio de la prostitución infantil, tanto de hembras
y varones quienes no han sido bien guiados o supervisados en su desarrollo por
la familia
Hay que centrar la
atención en este aspecto, elaborar proyectos educativos y de instrucción,
porque se han denunciado casos donde se manifiesta la ocurrencia de incesto y
violación por parte del padre, madrasta o algún otro miembro de la familia.
Estos casos generalmente acontecen en barrios marginales o asentamientos
transitorios, donde la presencia de oficiales de menores no se hace observar,
por lo que las víctimas no deciden acudir a las autoridades, por temor a
no encontrar el suficiente apoyo por
parte de las mismas.
Estas mujeres, entre
ellas periodistas independientes, activistas sociales de la oposición y otras
con magníficos proyectos, se aunaron para decidir cómo colaborar al saneamiento
de la violencia dentro de los barrios y por ende de nuestra sociedad.
El gobierno se preocupa
más por dirigir la orientación política desde edades tempranas, que en crear
programas de educación cívica y urbanidad para rescatar los valores éticos y morales perdidos en el transcurso de
los últimos veinte años. Cuando en realidad debería revitalizar la presencia de
los oficiales de menores en áreas proclives al delito y que estos no esperen a
que sea cometida la transgresión para después actuar.
Esperemos que nuestro
país pueda recuperar todo lo que ha perdido en cuando al desarrollo educacional
en la formación de menores, para que no sientan temor de denunciar cualquier
injustica que se cometa con ellos.
P/D
Enviado a la Primavera
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