viernes, 28 de febrero de 2014

Deficiencias Bancarias en el País

Deficiencias Bancarias en el País

Susana T. Más Iglesias, La Habana 8 de noviembre de 2013.

A pesar de las justificaciones expuestas en  Mesa Redonda sobre las deficiencias del sistema bancario en el país, no se puede obviar que el mismo carece de organización y disciplina por parte de sus directivos y trabajadores que no realizan su labor como corresponde, con conciencia y humanidad.
Es triste ver ancianos permanecer  en largas colas por dos y tres horas para poder obtener el beneficio de su jubilación; casi nunca tienen donde sentarse, ni mucho menos acceso a un baño y en ocasiones expuestos al intenso sol durante un buen tiempo.
Cualquiera que haya hecho un trámite bancario obligatoriamente tuvo que pasar por los senderos de la burocracia  o por los del antiguo juego donde se escuchaba  la frase “allí fumé”, cuando después de esperar por minutos en una ventanilla, sin una disculpa  le envían a otra, ya sea porque se agotó el dinero o porque el trabajador va al baño o a almorzar.
Este sistema también posee otras incorrecciones como trámites que pueden ser resueltos en menos tiempo del que se toman, demostrando la ineficacia en todo momento con la demora que está lejos de satisfacer las necesidades de la población.
En cuanto a  cajeros automáticos hay mucho que decir y nada satisfactorio: se encuentran muy aislados dentro de los municipios que existen, en ocasiones reiteradas están fuera de servicio, sobre todo en los días de más demanda por pagos a los trabajadores, casi nunca funcionan de noche y tampoco es confiable que se pueda adquirir billetes de a cinco, tanto en CUP, como en CUC, moneda  que más extrae la población por lo bajo de sus pensiones o salarios.
Por ejemplo, en el único banco que se encuentra cercano a la esquina de Toyo, en el municipio 10 de octubre, el miércoles 6 del presente, en el horario de las 10 de la mañana, los cuatro cajeros que se encuentran allí situados estaban fuera de servicio por mantenimiento, lo que originó  el desaliento y disgusto de los que se trasladaron hasta allí para la extracción de dinero. Algo más que disgusta a la población es que dichos aparatos no tienen con regularidad billetes de a uno, y por obligación nunca pueden cobrar todo su salario, si este lleva importe fraccionario tienen que esperar meses hasta tener en fondo los cinco pesos para cobrarlos.
Lo primero que deben lograr los funcionarios que rigen las actividades bancarias es modificar el sistema de gestión, que su personal trabaje en aras de eliminar las largas filas, complacer a los que allí acuden y tratarlos con afabilidad y respeto, recordando que ellos van allí por necesidad y son dignos de un buen trato.


 

publicado en Primavera

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