Negligencia o Indiferencia.
Susana
T. Más Iglesias, La Habana 13 de diciembre de 2013.
Desde
el sábado 30 de noviembre en horas de la mañana, ocurrió un derrumbe parcial de
una fachada superior de la casa
convertida en vivienda comunitaria situada en Calzada de 10 de Octubre entre San
Francisco y Calzada del Cerro, justo donde se encuentra la parada de ómnibus de
las rutas 5 y 37. Por suerte no hubo que lamentar accidente o pérdidas humanas,
pues el hombre que transitaba preciso en ese momento, al sentir la caída previa
de unas piedras no muy pequeñas, saltó hacia el lado adecuado, de lo contrario,
se hubiese convertido en el soporte de los grandes fragmentos que a
continuación sufrieron desprendimiento.
Allí
se personó una patrulla policial, más otros efectivos y ambulancia, quienes se
dedicaron a cercar el lugar con una cinta amarilla sin tomar alguna otra medida,
su permanencia fue por largas horas, con la única intención de señalar a los
choferes que transitaban por esa senda que debían esquivar esa área al pasar.
Así transcurrió casi toda la noche y parte del día siguiente, pero no tuvo más
trascendencia. Algunos vecinos hicieron solicitud de que terminaran de tumbar
esos pedazos derruidos que tanto riesgo ofrecen para los que pasan con carácter
obligatorio por esa acera. Ya en años anteriores tras el paso de un huracán y
su estela de lluvias, también sucedió lo mismo, sin que los funcionarios de
Vivienda dispusieran la total y definitiva demolición del lugar que a nadie afecta
por estar deshabitado desde hace largos años.
No
obstante a casi un mes de lo ocurrido, el lugar se mantiene en las mismas
condiciones y con el mismo riesgo. Nada se ha ejecutado como prevención; allí queda como aviso al
transeúnte y choferes un enorme bloque al cual de solo mirarle se sabe que se
desplomó y que esto puede volver a ocurrir.
Los
vecinos del lugar comentan que no esperan que se tome una medida protectora por
parte de esos representantes de la
Dirección Municipal de Vivienda que los aleje del peligro, porque la negligencia
e indiferencia hacia esos eventos es notable, ya que muy cerca al lugar
ocurrieron con anterioridad otros derrumbes con distintas características y así
han quedado, como se dice en buen
cubano, a la buena de Dios.
Es
evidente que cuando una fachada, pared o edificio presenta deterioro con
peligro devastador para sus habitantes, la instancia que representa esta
actividad a nivel gubernamental debe tomar medidas pertinentes que solucionen,
alivien o al menos eviten un desastre, que en este caso no solo está en riesgo la
vida de los moradores del lugar, sino también
de personas que transitan a pie, en carros y ómnibus por el lugar.
Entonces
para qué existen delegados a niveles de circunscripciones, quienes juegan a ser
representantes del pueblo para elevar sus
problemas y darle solución ¿quién responde a que esto sea tomado en cuenta y
evitar desdichas?
enviado a la Primavera
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